Joaquín Dobladez se propone avivar la cultura como regeneradora económica
El nuevo delegado de la Junta en Córdoba admite su deseo de impulsar el sector de las industrias culturales para "crear riqueza y empleo" y declara su intención de mimar al público más joven
Regresa a Córdoba como delegado de Cultura de la Junta aunque conoce perfectamente el pulso de la ciudad desde sus inicios en la Delegación Provincial del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) y posteriormente en la dirección general de la institución, desde donde fraguó algunos interesantes proyectos para su ciudad. En su primera comparecencia ante los medios como nuevo responsable de Cultura, Joaquín Dobladez mostró ayer algunos de los ejes que marcarán su paso por la Delegación, un reto personal que afronta desde "la responsabilidad y absoluta dedicación", y con mucha "ilusión".
Consciente de la relevancia de la palabra cultura en una provincia como Córdoba, Dobladez quiso incidir en la necesidad de impulsar esta actividad como generadora de riqueza y "como una de las grandes apuestas para la contribución del desarrollo económico necesario en cualquier sociedad". Para ello, "me propongo potenciar en los próximos años las industrias culturales, y trabajar en red y de forma coordinada con otros departamentos a la hora de generar economía, riqueza y empleo", agregó Dobladez.
El delegado citó dos de los grandes retos en cuanto a infraestructuras culturales que dependen de la Consejería a la que representa, y que se encuentran en fases muy distintas de ejecución. El primero de ellos es el centro de recepción de visitantes de Medina Azahara, un dilatado proyecto que se remonta a 2003 y por el que agotaron sus cargos dos delegadas anteriores -Rafaela Valenzuela y Mercedes Mudarra- sin haber podido asistir a su esperada inauguración. Si ninguna catástrofe lo impide, será Dobladez el que abra al público este importante centro, del que dijo que "tiene que ser una de las referencias de Andalucía y Europa".
Otro de los proyectos, que el nuevo delegado sí verá crecer desde el principio, es el Centro de Creación Contemporánea de Córdoba (C4), un espacio cuya construcción acaba de iniciarse y que "debe posibilitar que la ciudad se introduzca en las nuevas redes internacionales del arte".
En su declaración de intenciones -en la que no faltó un reconocimiento a la "magnífica labor" desarrollada por su antecesora en el cargo, Mercedes Mudarra- mencionó como otro de sus objetivos la interacción con la ciudadanía "como generadora y receptora de cultura", ya que Córdoba tiene un gran capital humano y toda una red de creadores y gestores. "Vamos a trabajar para todos los públicos, pero nos interesa especialmente la gente joven", matizó.
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