Un puesto en el punto de mira

Política · Cambios en la Junta de Andalucía

El Gobierno andaluz encomienda a Joaquín Dobladez la Delegación de Cultura, un área compleja por los retos a los que se enfrenta, desde 2016 hasta las parcelas

Joaquín Dobladez.
Joaquín Dobladez.
R. R. / Agencias

04 de febrero 2009 - 01:00

La llegada de Joaquín Dobladez a la Delegación de Cultura de la Junta se produce, probablemente, en uno de los momentos donde este departamento va a estar, más que nunca, en el punto de mira. Desde su despacho, tendrá que gestionar el día a día de la implicación del Gobierno andaluz con la candidatura de Córdoba 2016, un hecho que hasta el momento se diluye en la política de neutralidad activa, férreamente defendida por la consejera Rosa Torres, natural de Antequera.

El trabajo de sus sucesoras, Rafaela Valenzuela y Mercedes Mudarra, ha sido clave en la realización de propuestas en materia de infraestructuras como el fortalecimiento de Medina Azahara o la creación de nuevos espacios, como el C4. Sin embargo, la cartera de Cultura en Córdoba está teñida de matices mucho menos agradables, alejados del corte de cinta y de la agenda cultural.

Desde el despacho del delegado de Cultura, se maneja la influyente política de preservación de la historia de la ciudad. Suya es la responsabilidad de presidir la Comisión Provincial de Patrimonio, que tiene la última palabra en materia de gestión de hallazgos arqueológicos o de protección de zonas de interés. Supuestamente, se trata de una materia de carácter técnico. Pero no es verdad. La mayor parte de las presiones políticas que tienen lugar en este departamento vienen por esta vía. La razón es que la Consejería de Cultura se reserva el dictamen definitivo en aspectos que van desde la preservación de restos a la altura o el aspecto de determinados edificios de la ciudad.

El mandato de Mercedes Mudarra -como el de todos los titulares de este despacho- ha estado jalonado de polémicas en este sentido. Sirvan como ejemplos los casos de los arrabales de Poniente, que derivaron en una dura disputa con el sector de la construcción o -por poner un ejemplo- la altura del centro comercial de El Corte Inglés de Jesús y María.

El delegado de Cultura tendrá que asumir también la asignatura pendiente de las parcelaciones de Medina Azahara, con unas expropiaciones limitadas, que tienden a radicalizarse en tanto en cuanto se acercan las elecciones municipales. Cultura ha realizado un papel encomiable en la detección de nuevas construcciones, ayudando a que los casos no pasen de largo. Sin embargo, no existe una opinión unánime sobre la dotación de servicios básicos en la zona, sobre todo a las casas que se levantaron previa ampliación del Bien de Interés Cultural.

La llegada de Dobladez, que desde el IAJ se inventó Eutopía con más ganas que recursos, supone un cambio de sillas dentro del PSOE. El portavoz socialista dio la bienvenida ayer a Mudarra como coordinadora municipal de Cultura, desplazando a uno de sus colaboradores más estrechos desde el inicio de la corporación municipal, David Luque, a otras tareas institucionales ajenas al Consistorio (asesor en la Subdelegación). Cosas de palacio.

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