Guitarristas al alza

Baldomero Pardo

15 de noviembre 2014 - 05:00

Tres guitarras a Paco. Guitarras: Diego del Morao, Niño Seve y José Tomás. Fecha: jueves 13 de noviembre. Lugar: Teatro Góngora. Lleno.

Como correspondía a las jornadas que ocupan la actualidad musical cordobesa en estos días, la cita en el Teatro Góngora del jueves la protagonizó la guitarra flamenca de tres artífices que ya cuentan con el reconocimiento de la afición. Es el caso de Diego Moreno Morao, con apellido y apodo de reluctante pedigrí que él se encarga de consolidar en el día a día aportando el marchamo de la denominación de origen que lo respalda por la zaga que le procede. Un valor al alza en el acompañamiento al cante como asiduamente viene demostrando, y con un prometedor futuro cuando de aparecer solo con su sonanta en el escenario se trata, dejándolo patente ante quien no lo supiera con una luenga intervención, frente a los que le precedieron, para clausurar la velada que nos ocupó. Varias las bulerías que con él se impusieron, seguiriyas, bulerías por soleá, taranta y tangos, con esmerada y personal ejecución, acorde en la vorágine con la factoría jerezana en la que ha estado creciendo, para dejar su tarjeta de visita, junto a la de quienes le acompañaron. Los palmeros de esa procedencia siempre destacan sobre los demás.

En cuanto a Severiano Jiménez Niño Seve, supuso la más asimilada y afín muestra del toque de concierto flamenco de homenaje al genial virtuoso de Algeciras. Así, a este premiado en el último Concurso Nacional de Córdoba lo reencontramos exquisito y sobrado en valores para llegar lejos, aportando siempre, ya por rondeñas, ya en bulerías por soleá, como en las alegrías con las que remató su actuación. El público naturalmente así se lo reconoció, sin dejar de ovacionarle con agrado, consciente de que este cordobés de Almodóvar del Río, siempre con humildad, se prodiga con sonidos que deleitan los sentidos por su cada vez más cuidada ejecución, desgranando sublimes notas. Quedó de manifiesto su progresiva calidad en técnica y gusto del toque en logradas falsetas, sin desmerecer en el acompañamiento, y la falta de límites en los recursos que domina para poner en valor cada palo incluido en su repertorio de concierto, en esta ocasión satisfactoriamente escoltado por los hermanos José y Rafael de Calli, Lolo Plantón y Parraguilla.

La terna se completó con la participación para abrir la sesión de José Tomás Jiménez, indiscutible aspirante a escalar por derecho en la nómina de los artífices de relumbrón en el toque de acompañamiento, y ahora en concierto de guitarra, como así se lo han reconocido este verano en La Unión otorgándole el apreciado Bordón Minero. Galardón que le llegó como fruto del pertinente tesón con el que este manchego afincado en Córdoba, ha venido empleándose desde que se iniciase aquí en el aprendizaje de la sonanta flamenca, que no ha dejado de depararle satisfacciones con laureados trofeos en cuantos certámenes ha participado. Cómo no alegrarse también de que en este homenaje a Paco de Lucía del I Congreso de Guitarra Flamenca a nivel universal contasen con él y con el apoyo del baile de Dani Navarro y Richard a las palmas y el cajón de Rabadán, advertidos de que con su sensibilidad tocaora las vibraciones que transmitiría no escaparían a la audiencia, empleándose con vocación por taranta, en soleá por bulerías y alegrías. En todos los casos alardeó de su ágil derecha en picados, trémolos y figuetas.

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