Despedida de la Asociación Amigos de Medina Azahara

Gracias, Juan

  • Al cabo del tiempo, Juan Serrano comprendió que construir su vida como arte era más importante que hacer arte. Amigos de Medina Azahara es fruto de ese pensamiento crítico que se hace acción en el encuentro con el otro

Juan Serrano, en el montaje de 'Kuchu No Hako'.

Juan Serrano, en el montaje de 'Kuchu No Hako'. / Amigos de Medina Azahara

Juan Serrano se preguntaba qué hacía él, a su edad, en una asociación como Amigos de Medina Azahara, que nacía con una voluntad clara de presencia en la ciudad. Su respuesta encierra el pensamiento y actitud que le acompañó durante toda su vida y que ahora recordamos con un gran sentimiento de orfandad: "Lo que nosotros queremos es construir un panorama en el que pasado y futuro compartan la misma línea de horizonte: estamos comprometidos con la modernidad y esta modernidad está en la misma línea de horizonte que estuvo el pasado".

Para Juan Serrano, Medina Azahara es ese lugar que resuena en el fondo de nuestra conciencia y con el que nos relacionamos de forma poética, que se hace presente y en el que hechos y situaciones que ocurrieron en los siglos IX y X pueden ser útiles para encontrar referencias válidas en la actualidad que sirvan para superar la homogeneidad y llegar a la esencia.

Al cabo del tiempo, Juan Serrano comprendió que construir su vida como arte era más importante que hacer arte. Amigos de Medina Azahara es fruto de ese pensamiento crítico que se hace acción en el encuentro con el otro. En cada conversación, en cada paseo, en cada proyecto, hemos intentado trabajar desde lo colectivo con una mirada civil limpia de intereses.

En este momento, el sentimiento de pérdida y tristeza es enorme. Nuestro homenaje será mantener ese espíritu hacedor y alegre que recordamos ahora en sus palabras: "Nosotros queremos ser humanos, aspiramos a la humanidad, vamos a hacer la revolución".

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