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El franquismo le acusó de rojo y pornógrafo por Sombras viejas, que ganó el premio Internacional de Novela, y eso llevó a Francisco González Ledesma a escribir bajo el pseudónimo de Silver Kane para firmar más de 400 novelas del Oeste entre los años 50 y 70. Ahora, a sus 83 años, vuelve con La dama y el recuerdo.
Un homenaje con el que el escritor, icono de la novela negra, regresa al salvaje Oeste de pistoleros, damas de saloon, indios, cementerios y caballos, a una Kansas donde "el sentido de la justicia se mezcla con la crueldad", señaló ayer.
Una experiencia de regreso a un género que ha devuelto "juventud" y "emoción" a González Ledesma, un hombre curtido en la dura posguerra.
"Escribir estas novelas me dio dinero -apunta-. Se vendían muy bien porque no había televisión. Eran baratas y a la gente le entretenían desde la primera página". Ledesma cobró por su primera novela 150 pesetas, que le pagaron a plazos. Tiempos grises en los que el barcelonés aún no había visitado el Oeste.
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