Niño de Pura | Crítica

Gitarra y grupo flamenco de lujo

Un momento de la actuación de Niño de Pura.

Un momento de la actuación de Niño de Pura. / Juan Ayala

De nuevo en el escenario del Teatro Góngora de Córdoba, Daniel Navarro Niño de Pura, en el Festival de la Guitarra, estrenando en la ciudad el disco Pura Gloria, última propuesta por el momento con su instrumento de seis cuerdas y el completo elenco de lujo que lo acompañaba. El elevado nivel del maestro estuvo a la altura en el Teatro, persistiendo con el brillante éxito que le suele acompañar en el desarrollo del oficio que ama como guitarrista, compositor y profesor, denotando el buen gusto de selecto interprete, además del acierto que le asistió para componer esta obra discográfica.

Para ello, cualidades no le faltan gracias a la dilatada experiencia acumulada poniendo en juego su elaborada técnica, oficio tocaor y concertista con poder de transmisión, añadido a lo que ejecutó con los palos flamencos reunidos. Aquí estuvo el jueves pasado Dani de Pura, exponiendo en el 39 Festival de la Guitarra, taranta, cantiñas de Cádiz, por farruca, varias rumbas, bulerías, por Huelva y para cerrar el concierto con un bis por bulerías, anunciando que saldría una sobrina suya para unirse al grupo bailando, en la despedida. Todo brillante, para ser premiado en justicia por la audiencia que ocupó el foro donde se llevó a cabo el resultado que celebramos.

¿Cuál será el secreto para ser tan reconocido este artista? No otro que vivir su vocación, comenzando por su fidelidad como aficionado. De ahí su poder para llegar y pellizcar, claro que no sin antes dominar con mimo a su compañera la sonanta, con dulce vigor, a la vez de con enérgica seguridad incorporar a los demás artífices y él, rebosando todos entusiasmo.

Es lo que prima cuando se considera el estudio y el ejercicio como previo requisito práctico. Un pulgar dócil tocando para abajo, agilidad para punteos y picados (imprescindible como ejecutante del toque) tirando para arriba, finura en los trémolos, rasgueos y dobles rasgueos, fraseos y demás aportaciones. Todo plasmando acordes gustosos y falsetas reconocibles apoyándose con decisión en la izquierda, para escalar por el diapasón y conseguir el cromatismo que respondió adecuadamente al trabajo que brillantemente expuso. Niño de Pura en Pura Gloria, título este que no debe extrañar, respondiendo con afecto a sus hijas Pura y Gloria.

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