En un recinto de neto sabor cordobés, como es el patio del Santo Dios, en las bodegas Campos, rodeados de la blancuras de sus paredes, rota su monocromía por centenares de macetas, que con sus plantas lo dotan de una singular belleza, la Fundación Campos y el Círculo Taurino de Córdoba, han rendido un sentido homenaje al torero Juan Serrano Finito de Córdoba, al cumplirse 30 años de su alternativa.

El director de la Fundación Campos, José Campos González, ha dado la bienvenida a los asistentes y ha realizado una breve semblanza de la carrera taurina del espada paisano. Tras esta breve locución se ha pasado a una distendida charla coloquio, que dirigida por el periodista Víctor Molino, ha contado con la presencia del propio torero y el presidente del Círculo Taurino, Alfonso Téllez. En ella se ha dado un repaso a toda la labor profesional del torero, desde sus inicios, allá en Barcelona, hasta nuestros días, cuando se ha convertido en un torero de culto por un gran sector de la afición al toreo.

Se ha hecho especial mención, con detalles hasta ahora poco conocidos, de la efeméride que ahora se conmemora. Se ha recordado aquel jueves 23 de mayo de 1991, cuando el matador de toros de Sanlúcar de Barrameda, Paco Ojeda, en presencia de Fernando Cepeda, doctoró en tauromaquia a un jovencísimo Finito de Córdoba, quien vestido de blanco y oro, lidió y estoqueó a un toro, de nombre Infundioso, de capa cárdeno claro, con el hierro de Torrestrella, propiedad de Álvaro Domecq. Como dato curioso hay que señalar que aquel día se reconocieron por los veterinarios una veintena de animales, y que la corrida sufrió el riesgo incluso de suspenderse, lo que hubiera supuesto, en una ciudad entregada a su nuevo ídolo, un auténtico escándalo de orden público.

Una vez terminada la charla coloquio, la Fundación Campos ha hecho entrega al torero de La Veleta de Plata, que es el mayor galardón que tiene la Fundación para reconocer a todas a aquellas personas que se distinguen en el fomento de las tradiciones y de la cultura popular de Córdoba, pues es de reconocer que Juan Serrano ha paseado el nombre de la ciudad por todo el mundo taurino. También el Círculo Taurino de Córdoba ha hecho entrega al espada de un recuerdo del acto, que ha contado con todas las medidas de protección dictadas por las autoridades sanitarias.

Durante su intervención, Finito ha insistido en que "ser torero es lo más bonito que me ha podido suceder en toda mi vida". El diestro ha querido tener un reconocimiento para sus seguidores "que han sabido estar conmigo en los buenos momentos y también en los malos".