Pintura

El cordobés Francisco Escalera vuelve a la Galería Haurie de Sevilla con la exposición individual 'Itinerarios vividos'

  • Presenta casi una veintena de obras en diversos formatos y con especial protagonismo de su serie italiana

El cordobés Francisco Escalera, junto a una de sus obras.

El cordobés Francisco Escalera, junto a una de sus obras. / El Día

La Galería Haurie de Sevilla inaugura este jueves 21 de abril la exposición Itinerarios vividos, en la que se reúnen casi una veintena de obras del pintor Francisco Escalera (Córdoba, 1965). Según explica el artista, que en su larga trayectoria acumula distinciones en premios tan importantes como el Reina Sofía, el BMW o el Emilio Ollero, se trata de cuadros de diferentes formatos, en los que se incluyen varios de gran tamaño.

Especial importancia cobran en esta muestra diez obras que proceden de su serie más reciente, dedicada a Italia y en la que el artista analiza la relación que existe entre el patrimonio clásico italiano, la arquitectura y el urbanismo.

También, como en anteriores exposiciones de Escalera, cobra gran importancia el agua, que adquiere un especial protagonismo no solo en la serie Italia sino también en Guadalquivir, de la que aparecen ocho piezas en Itinerarios vividos. Como explica el pintor, “el río actúa en estos cuadros como un detonante que permite reflexionar sobre el paisaje circundante y en especial sobre el entorno urbano de Sevilla”, que también es protagonista en su serie Deja vu.

Estudio de la cúpula de San Pedro, de Francisco Escalera. Estudio de la cúpula de San Pedro, de Francisco Escalera.

Estudio de la cúpula de San Pedro, de Francisco Escalera. / El Día

Para Francisco Escalera, Itinerarios vividos, que estará abierta hasta finales de mayo, es su 36 exposición individual y la tercera que organiza en esta prestigiosa galería sevillana, a la que ha agradecido su confianza y “la magnífica labor que realiza desde hace años”.

Sobre la obra de Francisco Escalera, el crítico de arte y profesor Bernando Palomo ha escrito que “es una pintura sin efectismos” ni “gestos vacíos”. Según este especialista, el artista cordobés pinta el paisaje para que desarrolle “su fuerte carga ilustrativa, al tiempo que sabe hacer guiños a la propia estructuración para que, junto a la poderosa personalidad física de lo representado, haya un hueco en el que el autor refleje pictóricamente la particularidad de un lenguaje artístico que él hace indiscutiblemente suyo”.

En la pintura de Escalera existe, según Palomo, “una transformación del paisaje actual, elaborando la obra a través de los recuerdos sugeridos tras un recorrido vital y una documentación de la realidad”.

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