Fallece Chamaco, el onubense que encandilaba en Barcelona
El diestro sufrió una de sus cornadas más graves en Los Tejares, donde quedó en coma
Antonio Borrero Chamaco falleció ayer a los 74 años tras una larga enfermedad. Nació en el seno de una familia humilde en Huelva. Vistió su primer traje de luces el 3 de mayo de 1953, en su ciudad, donde un mes más tarde, el 4 de junio, debutó con caballos. El 7 de marzo de 1954, se presentó en Barcelona, donde fue un ídolo de tal manera que aquella temporada actuó en 24 novilladas, el mismo número que hizo el paseíllo en la siguiente. Aún se recuerda que mientras se celebraba un festejo, ya se anunciaba el siguiente con la leyenda "Chamaco y dos más".
Tras dos campañas triunfales como novillero tomó la alternativa en Barcelona el 14 de octubre de 1956, de manos de su paisano Miguel Báez Litri y de Antonio Ordóñez. El 21 de julio de 1958 debutó para confirmar la alternativa en Las Ventas de Madrid. Julio Aparicio fue su padrino y testigo Luis Segura. Cosechó innumerables triunfos a lo largo de su carrera. En 1961 anunció su retirada para retornar en la campaña de 1965. Y colgó definitivamente el traje de luces en 1967, aunque posteriormente actuó de corto en numerosos festivales benéficos.
Su última actuación en público fue en la plaza de Valverde del Camino (Huelva), el 3 de marzo de 1985, en un festival homenaje al periodista José Calero Calero. Antonio Borrero Chamaco se caracterizó por su valor y quietud que le hicieron realizar un toreo tremendista que hacía que los espectadores se le entregaran.
A lo largo de su carrera, Chamaco tuvo numerosas cogidas, la más grave la que sufrió en el vientre el 25 de mayo de 1954 en Córdoba, que le mantuvo varios días en coma.
También protagonizó una película El traje blanco, que pasó prácticamente desapercibida. Antonio Borrero fue asimismo un hombre culto, el primer matador de alternativa en la historia que accedió a la universidad mientras estaba en activo en los ruedos. Aunque no llegó a culminar sus estudios de Ciencias Económicas en la Universidad de Pamplona, realizó diversos cursos e, incluso, llegó a escribir una novela, El Apóstata. Después de su retirada se dedicó a los negocios y a dirigir la carrera de su hijo Antonio, también matador de toros.
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