Cercas recorre la Transición a través de los quinquis de Girona

La novela 'Las leyes de la frontera', que sale a la venta hoy publicada por la editorial Mondadori, es también una larga y compleja historia de amor ente tres personajes

Cercas, ayer, en el barrio chino de Girona.
Cercas, ayer, en el barrio chino de Girona.

El escritor extremeño Javier Cercas, cuyos padres emigraron a Girona cuando él tenía cuatro años, saca hoy a la venta su nueva novela, Las leyes de la frontera (Mondadori), una nueva crónica de la Transición española inspirada esta vez en los quinquis que conoció en su adolescencia.

Cercas presentó ayer la publicación en la capital gerundense y paseó por la ciudad para mostrar a la prensa los escenarios de la novela, que transcurre sobre todo en el antiguo barrio chino, donde residía en los años 70 y 80 buena parte de la inmigración llegada del resto de España.

El autor considera que su nueva obra es la "cara B" de la anterior, Anatomía de un instante, que refleja una visión de quienes influyeron en la Transición, mientras que Las leyes de la frontera es "la crónica de los que estaban abajo".

Las fuentes de inspiración de Cercas, según explicó, han sido el libro 25 años y un día del abogado gerundense Carles Monguilod, que defendió en su última etapa al famoso delincuente Juan José Moreno Cuenca El Vaquilla, y una exposición organizada en Barcelona sobre los quinquis de los 80.

Cercas detalló que, frente a aquellas fotografías y artilugios como juegos del millón, futbolines o discos de Los Chichos y Las Grecas, vio su vida convertida "en materia de historia" y le impresionaron los retratos de adolescentes de su época "que actualmente están todos muertos".

"Me pregunté por qué ellos habían perdido la vida y la mía había sido normal; el libro no responde esa cuestión, sino que formula la pregunta", señaló.

Sin embargo, Cercas reivindica la novela como "una historia larga y compleja de amor" entre el protagonista, El Zarco, la joven Tere y El Gafitas, también hijo de emigrantes pero de clase más acomodada, que reside en la Girona cuyo límite establece el río Ter.

Más allá de esa frontera natural que inspira el título del libro vivían los emigrantes más pobres hacinados en barracones; los "charnegos", como los llama Cercas en su obra siguiendo una denominación popular.

El novelista recordó que él también es un "charnego" como hijo de extremeños, pero, como El Gafitas, de un estrato social superior, ya que su padre era veterinario.

Cercas evoca en su libro el barrio chino de Girona, que era epicentro de la delincuencia en la ciudad, y considera que su libro sólo refleja aquella España "cutre" de la Transición.

"Según el Fondo Monetario Internacional, España era en 1985 un país en vías de desarrollo", explicó Cercas, para quien, pese a la crisis económica, el país está ahora "mejor que nunca".

El novelista reivindica la bondad de la Transición, capaz de generar un salto en la calidad de vida de la población "bestial", y aseguró que Las leyes de la frontera le ha devuelto "la alegría de volver a la libertad de la ficción" después de Anatomía de un instante. El autor de Soldados de Salamina justifica en parte ese salto de un relato real a otro inventado por la obligación que, en su opinión, tiene todo escritor "de no repetir siempre el mismo libro".

Las leyes de la frontera será traducido al catalán el próximo noviembre, según confirmó el director de la editorial que publica la obra, Claudio López de Lamadrid, y la intención es que su autor la presente tanto en diferentes ciudades españolas como en Latinoamérica.

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