Brindis al sol
Alberto González Troyano
Mejor por escrito
La lluvia hizo acto de presencia ayer, un año más, en la inauguración de la Feria del Libro, dedicada esta vez a la novela negra y cuyo pregón estuvo a cargo de Ángeles Caso. "Tengo la sensación de estar inaugurando la Feria del Libro de mi tierra, de Oviedo o Gijón", bromeó la escritora asturiana mientras el agua golpeaba la chapa de la caseta dedicada a presentaciones donde se desarrolló el acto. "Celebremos la lluvia", invitó al público, que llenó la sala, la ganadora del Premio Planeta 2009.
Ángeles Caso hizo un recorrido por su vida como lectora, desde su infancia, cuando su padre leía a ella y a sus hermanos cuentos y clásicos - "el rato de la magia"-, hasta su interés por la literatura del siglo XIX en la adolescencia y la importancia que esto ha tenido para su formación como persona y escritora. El caballero Don Quijote, el rey Ulises, el cíclope Polifemo o el capitán Gulliver aparecían en estas fantásticas historias de su niñez, cuentos que "simplemente se suspendían en un momento determinado, y pasaban a quedarse flotando en el tiempo, como pequeños puntos de luz".
Fue de esta forma como la autora asturiana aprendió "a amar la literatura como lo hacen las gentes de los pueblos iletrados, asomándome al mundo del misterio y las interrogantes interminables a través de una voz, la voz tan querida de mi padre". El color, el tamaño y el olor de los libros vino a la memoria de Caso, que "sabía que en aquellos pequeños artefactos era donde estaban guardadas todas las historias de mi padre, y muchas más". Cuando aprendió a leer devoró desde los tebeos y los cuentos de Tintín hasta el Lazarillo de Tormes, Heidi o Mujercitas.
Con continuas alusiones a su padre y sus hermanos, la escritora trajo a la memoria las historias con animales salvajes que imaginaban, los viajes por los mares, montañas y desiertos, "¡todo lo que nos quedaba por hacer...!". "Éramos niños felices, inocentes y ávidos de conocimiento, como sólo pueden serlo los niños lectores", apuntó. Más tarde llegaron Clarín, Pardo Bazán, Tolstoï o Flaubert, con los que aprendió "a observar las simas más profundas del ser humano".
"He tenido suerte, mucha suerte. Como lectora, he amado y sufrido y gozado infinitamente más de lo que mi pequeña existencia me habría permitido", expresó Ángeles Caso, que apuntó que ha llegado a ser "mejor persona, más reflexiva, más tolerante, más comprensiva" gracias a los libros. No importa el género -novela, poesía, ensayo- ni la temática -política, historia o ciencia-, porque "tengo la inmensa fortuna de amar los libros", concluyó la autora.
Por la mañana fueron las autoridades las encargadas de inaugurar la Feria, que hasta media tarde -cuando irrumpió la lluvia- tuvo una buena afluencia de público. El alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña, apuntó que esta cita "es un acontecimiento muy querido" para las instituciones, que ayer estuvieron representadas por el primer teniente de alcalde y delegado de Cultura, Rafael Blanco; el diputado provincial de Cultura, José Mariscal; el delegado de Cultura de la Junta, Joaquín Dobladez; el rector de la Universidad de Córdoba, José Manuel Roldán Nogueras; y el presidente de la Asociación de Papeleros y Libreros de Córdoba (Aplico), Mariano Pérez de la Concha. Ocaña aseguró en referencia a la candidatura de Córdoba a la Capitalidad que la Feria del Libro es un "hilo fundamental en esa apuesta de ciudad cultural", a la vez que expresó su deseo por una mejora en sucesivos años de la infraestructura y la programación de la cita.
Por su parte, el presidente de Aplico expuso que el regreso al bulevar se debe a la necesidad de los libreros de mejorar las ventas en un año marcado por la crisis y ante la bajada de un 30% sufrida en las dos últimas ediciones. Sobre esta localización, Blanco aclaró que por ser un lugar de paso obligado, "la asistencia de público está asegurada" y resaltó la implicación que los clubes de lectura tienen en esta edición.
Durante la jornada de hoy se realizarán varias presentaciones y firmas de libros que se complementarán con un pasacalles (a las 12:00) y una mesa redonda sobre El camino entre el manuscrito y la librería que se celebrará a las 13:00. A la misma hora, José Manuel Ballesteros firmará ejemplares de Aventuras de Pepe. Por la tarde (17:30), Jesús Manuel Arroyo presentará A quienes la noche no calma; mientras que a las 19:00 será el protagonista Juan Fernando Valenzuela con Los casos de Lupión. Para finalizar, Mertxe Manso presentará Ferroneire (20:00) y el mundo del libro rendirá homenaje a Araceli Rodríguez Haro, propietaria de la librería Aula (21:30).
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