Carlos Jean descubre el 'dubstep'
El músico y productor publica 'Combustión', banda sonora de la película de Daniel Calparsoro


"Me gusta escuchar tendencias y fijarme en los visionarios, porque yo no lo soy", dice Carlos Jean (Ferrol, 1973), un tipo que tuvo "la suerte de tener muy claro y muy pronto qué quería hacer en la vida", que forjó su carácter al lado de su abuelo, un general de Infantería de Marina que tras la separación de sus padres, siendo él casi un bebé todavía, lo educó en adelante en "la disciplina y la lealtad" y sólo gracias a eso, dice ahora, supo evitar convertirse en "la bala perdida" que muchos de sus primeros amigos del barrio acabarían siendo. Su camino fue otro, bastante distinto, sobre todo desde que a finales de los años 90 se diera a conocer como el artífice sonoro de No blood, el primer disco de Najwajean, el dúo que formó con la actriz y cantante Najwa Nimri, junto a la cual supo capitalizar la fiebre por el trip-hop que en aquellos años, aun tardíamente respecto a su explosión en Gran Bretaña, prendió en muchos oyentes españoles.
A esa clase de operaciones se dedican la mayoría de los productores de éxito. Hay quien se escandaliza ante ellas, pero así es, en cualquier caso, como los sonidos nacen en el underground y se filtran poco a poco en el mainstream hasta convertirse en otra cosa más o menos remotamente parecida. Si al comienzo de su carrera los modelos fueron Lamb o Morcheeba, más que Portishead o Massive Attack, ahora, tras muchas otras incursiones en géneros diversos, del soul al funk pasando por el también muy noventero big beat, el gran referente de Combustión, su último trabajo, editado por su propio sello (Muwom) como disco autónomo y a la vez como banda sonora de la película homónima de Daniel Calparsoso, es el dubstep de Skrillex. "Me encanta", admite el músico. "Y creo que se nota en el disco. El dubstep me tiene enloquecido porque además es algo con lo que me identifico mucho", dice Jean, que vuelve a rodearse de colaboradores, en este caso Electric Nana, DJ Nano, Ferrara, Aqeel y Ven Bylen, la mayoría den tro del apartado vocal.
Habrá quien clame al cielo -los seguidores de Burial, casi infaliblemente- al ver vinculado el término dubstep a Skrillex, uno de los responsables de la popularización de este sonido, aun a fuerza de desnaturalizarlo y reducirlo a una fórmula inmediatamente identificable; de convertirlo en otra cosa, sí. Pero de alguna manera hay que llamar a las cosas y al fin y al cabo esos rasgos -los bajos hipertrofiados, los espasmódicos ruiditos retorcidos sobre bases gordas y potentes- son los que mayoritariamente se asocian al género. Temas de pop-rock más canónicos y piezas de electrónica más reposada y ambiental completan este disco/score del filme de Calparsoro, una suerte de ensayo de Fast & Furious castizo que el músico alaba por su "estética bonita" y por su "mezcla de acción y amor".
"Ahora estoy curioseando", dice sobre sus próximos planes Carlos Jean, siembre buscando nuevos sonidos a los que engancharse, dice. "El de Daft Punk, por ejemplo: muchos dicen que será el disco que salvará a la industria. Quizás haya una vuelta al sonido funky, pero no sé por dónde irán los tiros. Sí estoy convencido de que el futuro pasa por la contundencia de la electrónica, y ahí es donde falla el pop español, es su gran problema", dice el músico y productor, siempre empeñado en traducir esas tendencias de las que habla; en llevar sonidos de la periferia al centro.
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