El graduadito

Drama, EEUU, 2011, 86 min. Dirección y guión: Gavin Wiesen. Intérpretes: Freddie Highmore, Emma Roberts, Alicia Silverstone, Rita Wilson. Cines: Al-Ándalus Bormujos, Arcos, Cineápolis.

Lo malo de estos tiempos cinematográficamente confusos es que la alternativa a la grosería es la cursilería y que lo que se ofrece como lo opuesto a la gamberrada descerebrada es la pedantería sufriente. El arte de pasar de todo se pretende crónica urbana sensible e intimista del tránsito adolescente a través del alma sensible, y por ello solitaria, de un chico que nada tiene que ver con los estereotipos vigentes en la comedia juvenil americana. El problema es que se han ido al extremo opuesto al presentar a una especie de James Dean escuchimizado (algunos de sus paseos por la ciudad parecen directamente inspirados por la famosa foto del actor en Times Square) lo suficientemente aficionado a la literatura y al arte como para rozar peligrosamente la pedantería. Su relación con una chica se lo aclarará todo. O casi.

Un joven Coppola contó mejor lo mismo en la olvidada Ya eres un gran chico (1966). Y la cita no es casual porque, pese a su aire posmoderno, por esta película corren aires sesenteros de Salinger, incomprensión e inconformismo. Pero la inadaptación o la exploración de la vida están aquí demasiado caramelizados por el preciosismo fotográfico, que se esfuerza en vano por parecer natural y realista al modo del cine independiente; y por una banda sonora excesivamente melosa.