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Un León para devorar kilómetros a bajo coste

  • El Seat León en su versión de gas natural se convierte en un arma definitiva para quien busque el mínimo impacto de los kilómetros en su bolsillo. La clave está en el precio del combustible que esta versión TGI usa preferentemente, ese GNC.

Un León para devorar kilómetros a bajo coste

Un León para devorar kilómetros a bajo coste

El León se ha convertido en el compacto perfecto, ese en el que resulta fácil de pensar como alternativa de compra para muchas personas. Lo está consiguiendo desde que hizo su aparición en el mercado el año pasado en base a ofrecer a los clientes no sólo diversidad en tanto a la disponibilidad de dos carrocerías, la de cinco puertas y la Sportourer de corte más familiar; sino, especialmente y por comparación con otros modelos, en cuanto a tecnologías de propulsión con las que va contando: motores de combustión sin ningún tipo de hibridación, ya sean de gasolina o Diesel -ahí está el ejemplo de los TSI de 90 y 110 CV o de los EcoTSI de 130 y 150 CV, de los 2.0 TDI de 150 CV-, de los diferetentes eTSI microhibridados que abarcan de 100 a 150 CV y cuentan con la etiqueta Eco o, por ejemplo, de las versiones e-Hybrid, con sistemas híbridos enchufables de 204 CV y capaces de, puesto que pueden circular durante más de 40 km sin emisiones disponer de la etiqueta Cero. Ahora se suma a esta panoplia una tecnología ya bien conocida por Seat en anteriores versiones del León u otros modelos -algunas de las anteriores son inéditas de esta generación- tal cual es la de que acompaña a las versiones TGI.

Se trata de los motores de gasolina, 1,5 litros en este caso, que son adaptados para usar gas natural comprimido. El León recibe la versión de 130 CV y que puede usar, indistintamente, ese gas o gasolina.

Algo más de 17 kilos de GNC se almacenan en los tres depósitos del León TGI. Algo más de 17 kilos de GNC se almacenan en los tres depósitos del León TGI.

Algo más de 17 kilos de GNC se almacenan en los tres depósitos del León TGI.

Este último combustible, en realidad, viene a actuar como energía de reserva, para lo que cuenta con un pequeño depósito de 9 litros -aún puede no ser sencillo encontrar GNC-, mientras que el prioritario para los León 1.5 TGI son las tres bombonas que se sitúan bajo el asiento trasero o maletero y suman una capacidad de 17,3 kg de este gas comprimido. Dado su rendimiento, suman energía para recorrer unos 440 km antes de tener que repostar y, a ello, se suman los aproximadamente 150 km que supondría agotar la gasolina de su pequeño depósito: en total, son casi 600 km la autonomía de que permite disponer esta versión del León, sin que importe si la carrocería es la familiar o la berlina. Incluso, como curiosidad, podría ser mayor si se vulnerasen las limitaciones que establecen las normas de homologación.

Familiar o berlina, con cambio manual o automático; incluso con tres niveles de equipamiento: hay un León TGI para cada comprador. Familiar o berlina, con cambio manual o automático; incluso con tres niveles de equipamiento: hay un León TGI para cada comprador.

Familiar o berlina, con cambio manual o automático; incluso con tres niveles de equipamiento: hay un León TGI para cada comprador.

Existe la posibilidad de elegir el motor TGI en combinación con un cambio manual o un automático DSG y, en cualquiera de las situaciones de uso, el León trabaja de forma análoga a cómo lo haría con gasolina o Diesel. Así, por ejemplo, el repostaje de ambos combustibles se realiza bajo la misma tapa de cual, aunque sí es cierto que la presión a la que hay que reponer el GNC lleva más tiempo que si estamos repostando gasolina.

Los repostajes se realizan algo más lentamente que cuando reponemos, por ejemplo, gasolina porque es necesario presurizar el gas. Los repostajes se realizan algo más lentamente que cuando reponemos, por ejemplo, gasolina porque es necesario presurizar el gas.

Los repostajes se realizan algo más lentamente que cuando reponemos, por ejemplo, gasolina porque es necesario presurizar el gas.

Control automático del combustible

En todo caso, no se advierte diferencia de usar uno u otro combustible en el día a día, pues el motor funciona de manera semejante, y es una centralita la que ajusta, por ejemplo, cuándo usar gasolina en lugar de GNC porque las condiciones -temperatura del sistema, por ejemplo-, lo exige durante unos instantes. 

En general, lo normal es que se use GNC porque tiene una enorme ventaja: y es que su precio es prácticamente un tercio que el del gasóleo o la mitad de la gasolina (0,8 euros/kg), en parte, por sus bonificaciones fiscales. Esto origina que, por ejemplo, el coste por kilómetro quede fijado en unos 3 euros/100 km: mucho más económico que de usar gasóleo.

No hay tantos puntos de repostaje de GNC como estaciones de servicio en las que encontrar gasolina o gasóleo, pero el precio si mismo un punto de atención y, además, la tecnología sale "gratis" al comprador, que no paga más por las versiones TGI que por las equivalentes de gasolina. No hay tantos puntos de repostaje de GNC como estaciones de servicio en las que encontrar gasolina o gasóleo, pero el precio si mismo un punto de atención y, además, la tecnología sale "gratis" al comprador, que no paga más por las versiones TGI que por las equivalentes de gasolina.

No hay tantos puntos de repostaje de GNC como estaciones de servicio en las que encontrar gasolina o gasóleo, pero el precio si mismo un punto de atención y, además, la tecnología sale "gratis" al comprador, que no paga más por las versiones TGI que por las equivalentes de gasolina.

La suma de esta ventaja a la inherente de la etiqueta Eco puede suponer para muchos compradores una razón de peso para elegir el TGI, por mucho que la red haya que sobrellevar que la red de abastecimiento de este gas natural no sea tan grande como la de combustibles como gasolina o gasóleo; más cuando el coste por kilómetro no se acompaña de precios del vehículo más elevados: por ejemplo, un 1,5 TGI con acabado Xcellence cuesta incluso 1.300 euros menos que de elegir el 1.5 TSI con los mismos 130 CV. Los TGI están disponibles con los acabados Style o FR, además del mencionado Xcellence: desde 24.750 euros.

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