El Parlamento Europeo avala recortar un 90% las emisiones de la UE para 2040
El pleno tomó posición el jueves sobre la propuesta de la Comisión que modifica la Ley del Clima de la UE y que establece nuevos objetivos climáticos intermedios vinculantes
El Parlamento Europeo ha respaldado fijar como objetivo que la Unión Europea reduzca sus emisiones netas de gases de efecto invernadero un 90% en 2040 respecto a 1990, un paso clave en la hoja de ruta hacia la neutralidad climática en 2050 recogida en la Ley del Clima de la UE. El pleno de la Eurocámara aprobó este jueves su posición sobre la propuesta de la Comisión Europea para modificar dicha ley e introducir un objetivo intermedio vinculante para 2040. El texto, que servirá de base para negociar con los Estados miembros, salió adelante con 379 votos a favor, 248 en contra y 10 abstenciones.
Para España, el nuevo objetivo europeo de reducir un 90 % las emisiones en 2040 supone acelerar de forma notable la hoja de ruta climática. El país ya tiene fijada por ley la neutralidad climática en 2050 y un recorte de emisiones del 32 % para 2030 respecto a 1990, por lo que el debate en Bruselas obliga a revisar si esos compromisos intermedios son suficientes o deben endurecerse en la próxima actualización de la planificación energética y climática.
Más flexibilidad para los Estados miembros
Los eurodiputados subrayan que la transición ecológica debe ir de la mano de la competitividad económica y avalan introducir mayor flexibilidad en la forma de cumplir los objetivos. Desde 2036, hasta cinco puntos porcentuales de la reducción neta de emisiones podrán lograrse mediante créditos internacionales de carbono de alta calidad procedentes de países socios, siempre con garantías sólidas para evitar el greenwashing. La Comisión había propuesto inicialmente un máximo de tres puntos.
El Parlamento también plantea que las eliminaciones permanentes de carbono a nivel nacional puedan utilizarse para compensar emisiones difíciles de reducir dentro del sistema de comercio de derechos de emisión de la UE (EU ETS), así como una mayor flexibilidad entre sectores e instrumentos para alcanzar los objetivos de la manera más eficiente posible en términos de costes.
Además, el pleno respalda la petición de los Estados miembros de posponer un año, hasta 2028, la entrada en funcionamiento del nuevo ETS2, el sistema que gravará las emisiones de CO₂ procedentes del uso de combustibles en edificios y transporte por carretera. El inicio estaba previsto para 2027.
Implicaciones en España
En España, el impacto será especialmente intenso en los sectores más emisores: generación eléctrica, transporte por carretera, industria y edificios. La entrada en vigor del nuevo sistema de comercio de emisiones para combustibles en edificios y transporte (ETS2), retrasada a 2028, encarecerá progresivamente el uso de gasóleo y gas si no se acompaña de alternativas asequibles como la rehabilitación energética o las bombas de calor, con el consiguiente riesgo de brecha social. Al mismo tiempo, el objetivo del 90 % refuerza la apuesta de España por las energías renovables, el almacenamiento, el hidrógeno renovable o la electrificación del transporte, ámbitos en los que el país aspira a consolidarse como polo industrial y exportador de energía limpia. El reto será compatibilizar esa oportunidad económica con una transición justa, que proteja a los hogares vulnerables y a los sectores más expuestos al cambio de modelo productivo.
Revisión bianual y posible ajuste del objetivo
La Eurocámara reclama que la Comisión Europea presente cada dos años un informe de progreso que evalúe el avance hacia los objetivos intermedios, teniendo en cuenta la evidencia científica más reciente, los avances tecnológicos y la competitividad internacional de la UE.
Ese examen deberá analizar, entre otros aspectos, el estado de las eliminaciones netas de carbono en comparación con lo necesario para cumplir la meta de 2040, las dificultades detectadas y el potencial para reforzar la competitividad industrial europea. También tendrá en cuenta la evolución de los precios de la energía y su impacto en empresas y hogares.
A partir de las conclusiones, la Comisión podrá proponer, si lo considera necesario, modificar el objetivo de 2040 o adoptar medidas adicionales de apoyo, por ejemplo para proteger la competitividad, la prosperidad y la cohesión social dentro de la UE.
Próximos pasos y contexto internacional
Con la aprobación de esta posición, el Parlamento está listo para iniciar las negociaciones con los gobiernos de los Veintisiete sobre el texto definitivo de la reforma de la Ley del Clima. La neutralidad climática en 2050 ya es una obligación legal para todos los Estados miembros y la normativa vigente fija asimismo la reducción de, al menos, un 55% de las emisiones netas para 2030 frente a 1990. El nuevo objetivo del 90% en 2040 se concibe como un eslabón intermedio para mantener alineada la trayectoria europea con sus compromisos internacionales en el marco del Acuerdo de París.
El debate se produce en plena COP30, que se celebra del 10 al 21 de noviembre en Belém (Brasil), donde la delegación del Parlamento Europeo participará en la segunda semana de la cumbre para defender la posición de la Eurocámara en materia de ambición climática.
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