Las altas temperaturas han sido protagonistas de este primer sábado de feria, aunque, no hay calor ni fenómeno atmosférico que frene las ganas de los cordobeses de disfrutar de una de las semanas más importantes festivamente hablando que tiene la ciudad. Durante la primera jornada diurna, después de la noche anterior y la inauguración oficial del alumbrado, miles de cordobeses han pisado El Arenal dispuestos a pasar un día entre amigos y familia para celebrar el regreso de la fiesta tras dos años de espera a cuenta de la pandemia.

A lo largo de esta semana la ciudad se traslada a orillas del Guadalquivir. Las calles del centro se vacían de viandantes y se llenan de flamencas y carruajes de caballos que van camino del recinto ferial. Esta edición de la Feria de Nuestra Señora de la Salud promete ser una de las que recordemos para siempre, la feria de los reencuentros, de las primeras veces y de las ganas por volver.  

Tras la resaca de la noche inaugural, donde el Balcón del Guadalquivir se llenó de jóvenes haciendo botellón y las colas se acentuaban en discocasetas y paradas de taxis; en tan sólo 12 horas después, la feria se transforma y en las primeras horas de la mañana el bullicio se torna en la tranquilidad de las familias y amigos que quedan para pasear o comer en alguna de las casetas tradicionales.

El calor extremo hace que los cordobeses acudan a la feria de forma más prolongada, por lo que durante las primeras horas del mediodía, las calles del Arenal no están tan concurridas como cuando cae el sol. El motivo no es otro que el calor, ya que, hay cosas que nunca cambian y el lorenzo es un invitado más a la feria de cada mayo. 

La Agencia Estatal de Meterología (Aemet) señalaba este sábado 21 de mayo como la jornada más calurosa de todos los días que durará la Feria de Córdoba. Las máximas estaban llamadas a alcanzar los 39 grados. A lo largo de la próxima semana, las temperaturas más altas girarán en torno a los 30 grados, lo que en Córdoba se conoce como una brisa ligera. 

"Hay muchas ganas, aunque estábamos un poco asustadas por la temperatura, pero hemos visto que habían bajado un poco los grados y nos hemos lanzado aunque de día hay que temerle", han indicado las cordobesas Mari Carmen y Petri, que aguardan bajo un arco de la portada la llegada del resto de su grupo.

Ambas amigas indican que pese a lo que marque el mercurio, "lo bonito de la feria es disfrutarlo de día", y recuerdan que "en todas las ferias nos ha hecho calor, no es novedad, tenemos más suerte que los sevillanos, porque casi siempre les llueve; además, nosotros también tenemos un día más". 

A las 14:00 en punto, procedentes del Alcázar de los Reyes Cristianos entraban a El Arenal una treintena de carruajes y enganches que han participado en una exhibición organizada por el Club de Carruajes de Tradición de Córdoba. Ésta es una de la citas típicas que acontece a la feria año tras año, a ella acuden carruajes de distintos puntos de España, como Gerona, Madrid o Murcia, y también de Andalucía.

Uno de los carruajes que se han podido ver en El Arenal.

Desde la provincia malagueña han venido a dicha exhibición el presidente del Club de Enganche de Mijas, Antonio Martín y el propietario del carruaje que los lleva, Antonio Millán. Ambos suelen acudir a esta cita cada año. Martín califica la feria de Córdoba como "muy interesante". Al llegar a El Arenal, el carruaje se ha detenido bajo una sombra de la calle Guadalquivir para que los caballos que conducían el vehículo descansarán y se refrescarán.

Una jornada, la de este primer sábado de feria en Córdoba, en la que, también ha tenido lugar la misa en honor de Nuestra Señora de la Salud en la ermita de la que es titular, situada junto a la explanada del Cementerio de la Salud. Un carruaje de caballos ha sido el encargado de traer el estandarte de la Virgen de la Salud a El Arenal. 

La música es un imprescindible en cualquier feria, cada caseta ofrece una selección de temas (que varían según la hora) donde animan a los asistentes a salir a la pista a bailar por sevillanas o rumbas. Además, en muchas de las casetas se puede disfrutar de música en directo, como ocurre en la Caseta Municipal. Durante todo el día de hoy y mañana, 22 de mayo, se podrá disfrutar del maratón de coros rocieros del XXV encuentro rociero Camino del Arenal. 

Un total de 21 coros cordobeses actuarán en este primer fin de semana de feria. La directora del Coro Cantares, Pilar Calero, ha asegurado que este año "lo hemos cogido con muchas ganas". Son 16 voces más dos guitarras y un tambor rociero. El encargado de este último instrumento, Rafael Ordoñez, ha asegurado que "desde que terminamos en Navidad con los villancicos, empezamos a preparar la feria de mayo". Este grupo, que también canta las típicas canciones cordobesas, llevn más de 20 años promulgando sus voces.

Todos los coros participantes en esta maratón, el próximo jueves 26 de mayo, harán el tradicional camino al Arenal desde el Arco del Triunfo. Una ruta en la que irán cantando sus temas. "Es una maravilla", ha reconocido la directora del coro. 

La cosa no acaba ahí y la música continuará durante este primer día de feria desde la Caseta Municipal hasta altas horas de la noche. A las 22:30 el artista Juanlu Montoya ofrecerá un concierto y, más tarde, la noche la cerrará Wolf Star Band, a las 00:00, con su actuación en directo.

Uno de los coros que han actuado este sábado de feria.

En la otra cara de la moneda, los caseteros y feriantes también se han preparado para aminorar las altas temperaturas. En la caseta De Lunares, sus trabajadores han reforzado los aparatos de aire acondicionado para conseguir un clima más agradable. "El último año de feria, sobre estas horas solía haber más gente", ha indicado el trabajador José Miguel Mayarín, mientras acondicionaba el interior de la caseta sobre las 14:30 del mediodía.

Tras una noche de lleno absoluto, el perfil de la clientela de esta caseta ha comenzado a acudir sobre las 17:00. A partir de esta hora el goteo de cordobeses y turistas que se dejaban ver por el ferial ha ido en aumento. 

Ana Picón lleva más de 40 años acudiendo a la Feria de Córdoba con su Vino Añejo el Baturro, uno de los puestos que conforman la calle del Infierno, frente a los cacharritos. "Estamos muy contentos, la gente ha respondido muy bien, todos pensábamos que el calor iba a frenar a los cordobeses pero lo aguantáis", ha destacado.

"Cuando llego a Córdoba vengo con el chip cambiado", ha indicado la feriante. Alrededor de su puesto, Picón ha recreado un espacio lo más agradable y fresco posible. Además de regar el pavimento que le rodea, también tiene instalados unos aspersores que vaporizan agua sin cesar. "Cuando voy a las ferias del norte a lo mejor lo pongo un rato, pero aquí es todo el día", ha insistido. 

Las ganas de la gente también las ha percibido Picón, cuyo negocio es uno de los más antiguos de los que acuden a la feria. "Nosotros montábamos frente a la noria en la Feria de la Victoria", ha recordado la feriante haciendo alusión a cuando la cita se celebraba en el centro de la ciudad. La dueña de Vino Añejo el Baturro ha explicado que los cordobeses tienen mucha tradición con el chato.

A mitad de la tarde de este sábado, las nubes que tapaban los rayos del sol han engañado a más de un cordobés para salir de casa y acudir a El Arenal para disfrutar del resto de tarde y noche, ya que tal y como estiman los trabajadores, en este primer fin de semana se espera la afluencia de miles de personas.