Córdoba a reventar de gente. Colas para entrar a los patios, restaurantes y bares llenos, turistas en la Mezquita, el Alcázar y la Judería, así llega la capital cordobesa al segundo fin de semana de apertura provincial y el primero con los Patios de Córdoba abiertos al público, el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad que ha atraído a cientos de andaluces a visitar la ciudad y atraerá también al resto del país una vez caiga el estado de alarma esta madrugada. 

Ya se ven algunos turistas asiáticos o ingleses recorriendo las calles del Casco Histórico de Córdoba, una mezcla de acentos e idiomas que no se escuchaba desde que comenzó la pandemia en marzo del año 2020. Sin embargo, la mayoría de los visitantes son andaluces, sobre todo de distintas zonas de Málaga como Fuengirola o Marbella o desde Sevilla.

Teresa Aragón y Petri Morente han venido desde Málaga a ver los patios por primera vez. Ambas, mientras hacían la cola para entrar a uno de los recintos de la ruta de Santa Marina, han comentado a el Día que la celebración de su centenario, las medidas de seguridad que han puesto en marcha y el hecho de no haber tantos turistas este año les ha animado a venir por primera vez.

"Es maravillo, están muy cuidados, todos los elementos y hasta el mínimo detalle", destacan, al tiempo que expresan que se llevan del festival "el papel de la mujer y de los vecinos en el mantenimiento de esta tradición" que consideran ahora "más imprescindible, después de haber pasado meses encerrados en pisos invivibles, esto nos ha devuelto la vida". 

Victoria Castro y Borja García, visitantes en uno de los patios de la ruta Santa Marina.

Desde Fuengirola, "la Córdoba chica", también ha venido, por primera vez, la familia Suárez Díaz, que regentan el chiringuito El Lotero, "visitado por muchos cordobeses" en la playa. Esta vez, han intercambiado los roles y son ellos quienes toman Córdoba y sus patios que son "un encanto" tras años queriendo visitarlos y evitándolo por la masificación de personas. Esta es una de las tantas familias que han comentado a este periódico que pernoctarán en algún hotel de la capital cordobesa este fin de semana. 

La familia Simón Valero, aunque son de Córdoba y han visitado los patios muchas veces, valoran de este año que el concurso "vuelva a sus orígenes, porque el festival ya no era nuestro, desde que se convirtió en Patrimonio de la Unesco y fue tomado por los turistas del mundo como un parque temático", destacan, aunque sí consideran que gracias a la masificación "ahora están más cuidados, sobre todo los detalles". Para ellas, una familia de cinco mujeres que han venido desde Sevilla, donde viven ahora, la visita a los patios está siendo "con conciencia" ante la pandemia y con una plantilla de controladores "muy amable".

Y es que los controladores juegan un papel muy importante este año dadas las condiciones sanitarias. Andrea Aguirre controla uno de los patios más concurridos de este festival, el de la calle Marroquíes, 6 que tiene una capacidad de aforo de 60 personas y este sábado mantenía a los visitantes en cola en casi toda la calle. "Intentad mantener la distancia", pedía Andrea a los visitantes, que esperan una media de 20 a 30 minutos para entrar. Para esta joven, que lleva tres años siendo controladora de patios, este año "las visitas son provinciales, locales, sin extranjeros" y califica este fin de semana como la primera "masificación" de personas de la jornada.

Una pareja posa bajo las flores en uno de los patios.

Ahora, cuando decaiga el estado de alarma esta madrugada y Andalucía (así como otras comunidades de España) rompan con el cierre perimetral, los dueños de patios se preparan ante un posible aluvión de visitantes de otras partes del país, como ocurrió durante octubre, cuando muchos valencianos o madrileños visitaron la capital cordobesa para ver por primera vez los recintos. Así lo prevé también el cuidador de este patio, Francisco Pérez, que desconoce si el Ayuntamiento reforzará las medidas de cara al próximo fin de semana. 

En este sentido, el alcalde, José María Bellido, ha estado en las pruebas del sistema de drones puesto en marcha por el Ayuntamiento con la colaboración del equipo Pegaso de la Guardia Civil y que ha volado sobre la zona del Alcázar Viejo para garantizar la seguridad de los visitantes y el cumplimiento de las medidas de aforo en una ruta muy concurrida, mientras que los trabajadores de Cruz Roja y la Policía pasean una y otra vez por las calles de los recintos para prestar su ayuda de ser necesario. 

Los comercios de La Judería se recuperan

Así, parece que el turismo se irá recuperando poco a poco en la capital cordobesa. La Asociación de la Judería cifra en un 80% los comercios que han reabierto en esa zona. La presidenta de la asociación, Laura Roda, ha asegurado a este periódico que la primera semana de patios "ha sido muy floja" pero que los fines de semana "está siendo apoteósico". Algunos bares y museos están todavía expectantes y con incertidumbre ante las medidas, comenta Roda, aunque espera que al decaer la mayoría de las restricciones se vayan abriendo más locales.  

Así llega este primer fin de semana del Festival de Patios en Córdoba, cuando ya el jurado ha visitado todas las rutas y tiene el veredicto del concurso en sus manos, que lo darán a conocer en los últimos días para evitar aglomeraciones en los patios que sean premiados.

Colas en los patios de San Basilio.

Hasta ayer, 7 de mayo, un total de 113.317 personas habían visitado los Patios de Córdoba durante sus primeros cinco días de apertura, siendo la ruta del Alcázar Viejo y Santa Marina de las más concurridas y patios como el de la calle Marroquíes, 6 uno de los que más personas recibe al día. La ruta del Alcázar Viejo ha recibido 38.547 visitas en los primeros cinco días de festival; Santa Marina 23.896; San Lorenzo 14.352; la ruta de la Judería 13.836; San Santiago 11.195 y Regina - Realejo 7.849 visitas. Aunque el número de personas se mantuvo estable durante toda la semana, el viernes se registró un incremento en todas las rutas, abriendo paso a este ansiado fin de semana.