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Ante la llegada este fin de semana de una fuerte ola de calor en Córdoba, en la que las temperaturas podrían superar los 41 grados en la capital y la campiña cordobesa, el Colegio Oficial de Enfermería recuerda una serie de recomendaciones para prevenir posibles problemas de salud a consecuencia del calor, especialmente con motivo del inicio de la Feria de Córdoba.
Así, los cordobeses que acudan este fin de semana al recinto ferial de El Arenal deben tener en cuenta los diez consejos siguientes para protegerse frente a estas altas temperaturas, como recuerda Rafael Molero, enfermero gestor de casos del distrito sanitario Córdoba-Guadalquivir.
Lógicamente, la mayoría de estos consejos son extrapolables a cualquier lugar de la provincia, donde también hay aviso amarillo en las comarcas del norte y del sur.
Ya fuera del contexto de la Feria, otras recomendaciones son reducir la actividad física y el deporte en el exterior entre las 12:00 y las 17:00, permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos o a la sombra, no permanecer dentro de un vehículo estacionado y cerrado al sol (pues la temperatura interior asciende rápidamente), así como evitar utilizar aparatos que produzcan calor, como el horno, que hacen que aumente la temperatura ambiental.
Además, Rafael Molero indica que el calor no afecta a todas las personas por igual, por lo que hay que tener especial vigilancia de las personas mayores, sobre todo si viven solas o son dependientes, las personas con enfermedades crónicas o medicadas (que toman antihipertensores, antidepresivos, etc.), aquellas que tienen sus facultades mentales disminuidas o con sobrepeso, así como los menores de 4 años y los trabajadores al aire libre.
Por otro lado, también pueden mencionarse diez principales signos de alarma que pueden alertarnos de que padecemos un golpe de calor durante la Feria. Estos signos son sed intensa; fuerte dolor de cabeza; náuseas y vómitos; piel caliente, roja y seca; fiebre elevada repentina; debilidad o fatiga; calambres musculares; pulso rápido; somnolencia o mareo; y ya en casos más graves pérdida de conciencia y convulsiones.
Ante estos síntomas lo más conveniente es avisar a los servicios sanitarios de urgencias, y mientras se espera la ayuda hay que enfriar el cuerpo, con paños de agua fría, además de beber agua fresca poco a poco.
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