El casco azul murió en una lluvia de 30 granadas israelíes sobre la zona neutral

Un portavoz de la ONU anunció ayer una investigación "apropiada y metódica" sobre la muerte del casco azul español que murió en el sur del Líbano y se abstuvo de apuntar responsabilidades, aunque el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, dio por "probado" que la muerte del militar malagueño Francisco Javier Soria fue por "fuego israelí".

"Es probado que el soldado español murió como consecuencia de un bombardeo israelí que era consecuencia a su vez del ataque con cohetes por parte de Hezbola, que causaron la muerte de dos soldados israelíes y siete heridos", dijo el ministro en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Exteriores de la UE.

Ésta es la conclusión que se desprende, según Margallo, de la reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas celebrada ayer y de la información posterior difundida por la ONU. "Es probado también que 30 granadas cayeron en la zona azul, en la zona neutral, zona de separación de los contendientes y es probado también que el soldado español estaba en una posición fija", resaltó el jefe de la diplomacia española. "Es prematuro sacar cualquier otra conclusión y por eso hemos pedido una investigación en Naciones Unidas y la colaboración del Gobierno israelí en la buena marcha de esa investigación", agregó.

Margallo explicó que el propio Gobierno israelí ha reconocido ante la ONU que "uno de los morteros disparados por ellos había causado la muerte al soldado español" y que "lamentan haber causado un incidente con Naciones Unidas y que van a investigar este tema". "A partir de ahí, hay que esperar cómo avanza la investigación. El ministro de Asuntos Exteriores israelí me garantizó la máxima colaboración de su Gobierno en esta investigación para extraer las conclusiones que sean oportunas", añadió el jefe de la diplomacia española.

Los restos de Francisco Soria llegaron ayer a Córdoba sobre las cuatro de la tarde en un helicóptero procedente de la base de Morón, adonde habían sido transportados desde Beirut, la capital libanesa, en un avión de la Fuerza Aérea española.

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, recibió el féretro en Córdoba y tras practicarle la autopsia al cadáver, los restos mortales del cabo fueron desplazados hasta Cerro Muriano, donde se ubica su unidad, la Brigada de Infantería Mecanizada Guzmán el Bueno X (Brimz X).

Soria fue condecorado con la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo, la máxima distinción militar, al haber fallecido en acto de servicio y reunir las condiciones por su trayectoria en las Fuerzas Armadas y su servicio en el Líbano, donde se había desplegado en dos ocasiones.

Morenés y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, presidirán hoy en la base militar de Cerro Muriano, en la sierra cordobesa, desde las once de la mañana el funeral. El cuerpo sea incinerado en Málaga, su ciudad de origen, según indicó el subdelegado del Gobierno en la provincia malagueña, Jorge Hernández Mollar.