Elecciones municipales

Una batalla llena de incógnitas para gobernar la Diputación de Córdoba

  • Los resultados en el partido judicial de Córdoba capital, que aporta 13 de los 27 diputados, serán claves para la configuración de la próxima corporación provincial

Antonio Ruiz, al frente de una sesión plenaria en la Diputación de Córdoba.

Antonio Ruiz, al frente de una sesión plenaria en la Diputación de Córdoba. / Juan Ayala

Dos bloques, dos formas de entender la política. El de la izquierda, liderado por el PSOE, y el de la derecha, representado por el PP. La pujanza exhibida por Pedro Sánchez en las últimas elecciones generales contra el empuje de Juanma Moreno al frente de la Junta de Andalucía. La batalla electoral con más incógnitas de todas cuantas se librarán el próximo domingo, 26 de mayo, en la provincia tendrá por objetivo el palacio de la Merced, que hace cuatro años volvió a manos del PSOE tras un impás de un mandato gobernado por el PP.

En 2011, con la crisis castigando con toda su crueldad, los populares pintaron de azul casi toda la provincia con la consecución de una veintena de alcaldías, incluida la de la capital. Resonaba entonces por doquier la mala gestión que hizo Rodríguez Zapatero en los primeros años de la crisis, y muchos ciudadanos castigaron con su voto esa laxitud.

El argumento cambió en 2015, con un desapego creciente hacia las políticas de austeridad emprendidas por el PP desde Madrid, aunque no fue suficiente para que los socialistas tuvieran mayoría absoluta en el palacio de la Merced. Y ahora, con un PSOE floreciente en el conjunto de España, podría darse por hecho que los socialistas seguirán gobernando la institución provincial, una pieza clave en la construcción y el desarrollo de los municipios cordobeses y en el equilibrio Norte-Sur.

Pero todo hay que verlo con muchos matices. Y, sobre todo, con algunos enigmas. Un ejemplo: en el caso de que el PSOE mantenga el poder, ¿será la misma facción del partido que ahora controla la institución? Posiblemente, no. Y, por otra parte, por el despegue de fuerzas que hace cuatro años apenas habían desembarcado en la provincia, como Ciudadanos, Podemos y Vox. En este contexto, los dos bloques, y no ya los dos partidos, se juegan la mayoría de los 27 sillones que componen el salón de plenos del palacio de la Merced. Hace cuatro años, el PSOE logró 12 diputados, el PP diez, IU tres y Ganemos y Ciudadanos uno cada uno.

La consecución de un acta depende del número de votos que suma una fuerza política en los distintos municipios que componen su partido judicial. La provincia está dividida en diez demarcaciones: Aguilar de la Frontera (2), Baena (1), Cabra (1), Lucena (2), Montilla (2), Peñarroya-Pueblonuevo (1), Posadas (con Palma del Río como municipio más poblado, 2), Pozoblanco (2), Priego de Córdoba (1) y Córdoba (13).

La clave está en la capital

En la capital reside, precisamente, la clave. Así, la responsabilidad de que los populares gobernaran la Diputación con mayoría absoluta en 2011 la tuvieron los excelentes resultados que obtuvieron en la capital y, por ende, en el partido judicial de Córdoba, que abarca un territorio amplísimo, desde Montoro a Almodóvar y Cardeña.

La mayoría absoluta lograda por José Antonio Nieto hace ocho años en el Ayuntamiento cordobés se tradujo en la consecución de siete de los 13 escaños que reparte esta circunscripción. Ahora, las encuestas apuntan a un empate entre el PP y el PSOE en la capital, con una leve ventaja para esta última lista, liderada por la actual alcaldesa, Isabel Ambrosio. En las elecciones generales del pasado abril, de hecho, los socialistas ganaron en la ciudad. El tirón de Pedro Sánchez –que ha visitado la ciudad en la recta final de la campaña– es la gran baza del PSOE para mejorar los resultados de las últimas municipales, mientras que el desgaste que ha sufrido el PP es a priori un punto negativo.

Y, para sumar incógnitas, ahí están las formaciones emergentes: Ciudadanos, Podemos y Vox. A las tres se las espera en Capitulares –el partido de Albert Rivera, de hecho, tiene buenas expectativas–, por lo que también podrían tener despacho en la plaza de Colón.

Por partidos judiciales

Fuera de la capital, los dos bloques libran en el resto de los partidos judiciales una cruenta batalla para arañar diputados. De hecho, la única mayoría absoluta lograda por el PP, en 2011, fue posible por la suma de los escaños aportados por Priego de Córdoba, Cabra, Peñarroya-Pueblonuevo o Posadas.

En Cabra, sigue fuerte el alcalde, el popular Fernando Priego, por lo que todo apunta a que volverá a reeditar la victoria en la localidad de la Subbética y logrará también diputado. Más dudas existen respecto a lo que pueda suceder en Priego de Córdoba, donde la popular María Luisa Ceballos, la única mujer que ha presidido la Diputación, fue desalojada de la Alcaldía por el PSOE a mitad de mandato.Los resultados en esta localidad pueden ser claves.

Más seguro parece que Baena seguirá aportando su ya clásico diputado socialista y los dos de Pozoblanco se los volverían a repartir, como ya es habitual, PP y PSOE, siempre y cuando los populares no vieran menguar de manera drástica sus votos. En Aguilar y Montilla, es casi imposible que el PSOE no logre al menos uno en cada uno de ellos. El segundo en juego en cada una de estas circunscripciones es todo una incógnita a la espera del dictado de las urnas –ahora se los reparten PSOE e IU, por su impacto en la llamada campiña roja–.

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