Economía

El Gobierno mantiene el cierre de las nucleares en 2035 pese a la emergencia energética

La central nuclear de Cofrentes

La central nuclear de Cofrentes

La crisis energértica actual, generada por la escalada de la inflación desde hace un año y agravada por la guerra en Ucrania, no ha alterado los planes del Gobierno de cesar en la generacion eléctrica mediante el uso de energía nuclear en 2035.

El Ministerio para la Transición Ecológica ha sacado a información pública la hoja de ruta para gestionar el desmantelamiento de las centrales nucleares, los residuos radiactivos y su estudio ambiental estragétido.

Se trata del Séptimo Plan General de Residuos Radiactivos, sometido a consultas en marzo de 2020 y que, por primera vez, somete a una evaluación ambiental estratégica este tipo de planes, ha señalado el Ministerio en un comunicado.

La nota precisa que la decisión que finalmente se adopte "requerirá necesariamente de un alto grado de consenso social, político e institucional, además de una buena valoración técnica y un marco de participación pública".

La versión inicial del plan dibuja un escenario de referencia que incluye el cese de la operación de las centrales nucleares entre 2027 y 2035, en coherencia con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) y con el Protocolo de cese ordenado de explotación de las centrales, firmado en marzo de 2019 entre Enresa y sus propietarios.

Asimismo establece el inicio del desmantelamiento de las nucleares a los tres años de su cese de operación definitivo, excepto Vandellós I, cuya última fase se ejecutará a partir de 2030, así como la continuidad para ampliar la capacidad de los Almacenes Temporales Individualizados (ATI) para el combustible gastado en las centrales que permitan su explotación y su desmantelamiento.

Otros apartados son la puesta en marcha de un Almacén Temporal Centralizado (ATC) para el combustible gastado y los residuos de alta actividad o, alternativamente, de siete Almacenes Temporales Descentralizados (ATD) en los emplazamientos de las centrales, además de un almacenamiento definitivo del combustible gastado y los residuos de alta actividad en un Almacén Geológico Profundo (AGP).

También contará con la continuidad de la operación del centro de almacenamiento de El Cabril (Córdoba), para residuos de media, baja y muy baja actividad, hasta completar el desmantelamiento de las centrales.

Una vez concluido el periodo de información pública y analizados los informes y las alegaciones presentadas, el Ministerio de Transición Ecológica elaborará la versión definitiva del plan, que será aprobado por el Consejo de Ministros, previo informe del Consejo de Seguridad Nuclear y oídas las comunidades autónomas.

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