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Una vuelta a la normalidad

  • Paco da por primera vez los galones a Taira y el equipo recupera su mejor versión, sólido atrás y efectivo en ataque · La pizarra, el origen de tres de los cuatro goles

El CCF volvió a ganar de forma plácida, una sensación de libertad que se había perdido en las últimas jornadas. Fue más fácil de lo que podía pensarse, por mucho que el rival fuera un Nàstic con los dos pies en Segunda B. Bastó que Paco dejara a un lado los experimentos y tirara de jugadores específicos para tapar los huecos de los que no están. Por primera vez en Liga, el timón lo llevó Afonso Taira. Y no sólo cumplió, sino que fue de los más destacados en un equipo que recuperó el fútbol -de presión, de toque, con movilidad y sin perder un atisbo de garra- que le ha permitido llegar al tramo final de la temporada con todas las opciones de pelear por el ascenso a Primera División. Otra vez con el 4-4-2 como punto de inicio, con Pepe Díaz como referente en el ataque, el Córdoba se lanzó a tumba abierta a por la victoria desde el arranque y sentenció con dos goles en laprimera mitad. Tras el descanso, el tímido intento de reacción tarraconense quedó sesgado con dos tantos más en apenas cinco minutos. Fue el momento de dosificar el esfuerzo, siempre buscando hacer mayor la diferencia, y sin descuidar la zona trasera, que no se inquietó siquiera con el segundo gol grana.

Defensa

El CCF había encajado nueve goles en los cinco últimos partidos. Por ahí se estaba desangrando. Paco ha insistido en las últimas semanas en recuperar la seguridad atrás. Para ello, ayer optó por devolver los laterales a Fernández y Fuentes, los habituales durante este campeonato. En el centro, los galones para Gaspar tras el toque de atención recibido en Alcoy, con Ximo Navarro como pareja. Apenas tuvieron que esforzarse porque el trabajo en la presión fue notable, sobre todo durante el primer acto. El Nàstic demostró porqué es el segundo conjunto menos efectivo de la Liga Adelante -30 goles- y no tiró ni una vez entre los tres palos. Sólo obligó a intervenir a Arias en un pase rompiendo el fuera de juego hacia Tuni que el boliviano abortó con su salida.

Algunos problemas más hubo en el segundo tiempo. Y desde pronto. Primero con la lesión de Fuentes, lo que dio minutos a Cerra; luego con un gol de libre directo de Tuni con la colaboración de Arias, que descuidó su palo. Al CCF le costó recuperar el tono del primer tramo y el Nàstic empezó a salir con más asiduidad. Fue un espejismo. El equipo local apretó cuando vio peligrar el resultado y en apenas cinco minutos cerró el choque. Y ya se dejó ir, pensando en lo que tiene por delante. De ahí que Paco retirara a López Garai, el termómetro del equipo. Quedaba mucho, pero el rival estaba entregado y ni siquiera otro gol de falta de Raúl Fuster, también con colaboración de Arias, le sirvió para dar emoción al tramo final.

ataque

Con Taira como organizador, ofreciéndose constantemente, el CCF no tuvo problemas para superar las dos primeras líneas de tímida presión grana. Volvieron las sensaciones de equipo grande. Toque, apoyos cortos, desmarques de ruptura y goles. Pepe Díaz, con la inercia de su irrupción en Alcoy, tuvo dos clarísimas en el arranque y encontró premio poco antes del intermedio tras una buena jugada de Taira al rechazo de un saque de esquina. Sí, la estrategia da resultados. Porque si ese era el momentáneo 2-0, el gol que rompió el equilibrio llevó la firma de Gaspar tras una falta botada por Borja García. Fue el mérito ganado en un primer tiempo mágico que descubrió todas las virtudes de un equipo que quiso dejar claro que no se le ha olvidado jugar. Lo remarcó cuando se vio apretado por el marcador, ya en el segundo acto. Sacó otra vez su genio, aumentó el acoso sobre Rubén Pérez y sentenció con dos goles más casi consecutivos, el cuarto y definitivo un friki de golpe franco directo de Dubarbier. A estas alturas, todo es importante. La pizarra da resultados y el equipo lo agradece para ganar con solvencia a un rival desquiciado.

virtudes

El CCF recuperó su mejor versión, con una fuerte y efectiva presión, y un juego combinativo de muchos quilates que encontró el premio con cuatro tantos. Los secundarios Taira y Pepe Díaz brillaron. La estrategia dio réditos con hasta tres goles.

talón de aquiles

Dos goles más encajados, ambos a balón parado, con Arias pudiendo hacer bastante más. Al equipo le costó volver tras el descanso.

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