Con más vísceras que pizarra
ALCOYANo | córdoba · informe técnico
La inyección de carácter de Pepe Díaz salva los muebles de un CCF indolente y claramente superado por un rival inferior · La fragilidad defensiva, preocupante
Puede que Pepe Díaz y Dubarbier no sean los más finos estilistas de la plantilla blanquiverde, pero le echan al fútbol lo que hay que poner para sacar adelante partidos tan perros como el de ayer en El Collao. El delantero de Almodóvar es probablemente el jugador que más siente el escudo, y el otro es argentino, y con eso está todo dicho. Entre los dos se encargaron de revolucionar en el tramo final un partido que hasta entonces no tenía por donde cogerlo. Porque el CCF fue peor que el Alcoyano en juego y en deseo. Lo primero es preocupante, pero puede pasar; lo segundo es más peligroso, porque los alicantinos salieron a explotar sus escasas armas conscientes de que se estaban jugando la vida. El Córdoba no salió a nada, y cuando quiso enterarse de la película ya iba 2-0. Todo fue un pequeño desastre hasta que salieron Duba y Pepe, dos futbolistas que tienen carácter suficiente para tapar sus carencias técnicas y salvar las vergüenzas de un equipo peligrosamente indolente para lo que se está jugando.
DEFENSA
Ya se sabía que el principal peligro del Alcoyano iba a llegar por las bandas. Especialmente cuando juega en El Collao, el equipo alicantino desprecia la creación por el centro y vuelca todo su peligro hacia los costados, una receta que se le atragantó al Córdoba desde el primer minuto. El sistema local desactivó la labor de anclaje de López Garai y dejó el peso del trabajo defensivo en los laterales. Ahí el desequilibrio lo puso Wellington, una pesadilla para Ximo -antes de pasar a jugar como central, cediendo su puesto a Fernández- y luego para Fernández. A todo esto, la pareja de centrales firmó un arranque nervioso, lleno de dudas y de problemas en los balones aéreos, perdiendo todos los duelos por alto contra Aloisio o David Torres.
El escenario terminó de complicarse con la pifia de Arias en el segundo tanto, lo que obligó a Paco Jémez a adelantar líneas con un marcador muy adverso en apenas 20 minutos. Los riesgos dejaron más espacios desguarnecieron aún más los costados en una defensa insegura toda la noche y vulnerable ante uno de los peores equipos de la categoría.
ATAQUE
El Córdoba no tuvo el balón, no controló el tempo del partido, no encontró vías de penetración por el centro y tampoco fue especialmente peligroso por las bandas. Y aún así sacó un punto en un partido que tenía perdido a un cuarto de hora para el final.
Porque la pareja Patiño-Charles, la misma que comenzó la temporada, se mostró inofensiva y sin capacidad para poner en peligro a los centrales alicantinos. Por fuera, Fede Vico trazó buenas diagonales y buscó el disparo desde la frontal del área, mientras que Borja apostó por la movilidad tratando de crear el desconcierto en la zaga local. El madrileño volvió a marcar, como hace una semana ante el Guadalajara, y ésa es una excelente noticia.
Y cuando todo estaba perdido, apareció Pepe Díaz. El delantero de Almodóvar forzó una roja injusta, convirtió la falta en gol con un fantástico disparo desde casi 30 metros y luego se asoció con Dubarbier para hacer el empate. Y todo en menos de un cuarto de hora.
VIRTUDES
La casta de Pepe Díaz, el único que creyó en la victoria hasta el final y que estuvo cerca de lograrlo.
TALÓN DE AQUILES
Infames los primeros 20 minutos de un equipo sin carácter.
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