Un vino joven para catarlo

Vuelve el Córdoba-Numancia, un partido sin tradición y que regresa con todos los alicientes para unos y una motivación muy discutible para otros. Los dos equipos apenas han coincidido en la misma categoría durante tres temporadas, todas en Segunda División: 01-02, 02-03 y 03-04. Fue el paréntesis entre los dos primeros ascensos a Primera del conjunto soriano, que curiosamente ahora llega en las mismas condiciones. Sólo será de plata durante las cuatro próximas jornadas; a partir de ahí, empezará a disfrutar de su baño de oro.

La primera visita del Numancia a El Arcángel se produjo un miércoles, el 3 de octubre de 2001. La cita entrañaba el morbo de asistir al retorno a casa de Curro Vacas y Andrés Armada, titulares en el once foráneo presentado por Celestino Vallejo. Los dos se habían marchado por la puerta de atrás, después de ser estandartes del filial dirigido por Pepe Murcia. Junto a ellos, el portero Jonathan -se fue con resentimiento del vestuario blanquiverde en 2006 y el pasado domingo protestó como un poseso por el gol de Acciari en Albacete-, el central Muñiz -hoy entrenador del Málaga- o el cadista Parri. En el segundo periodo entró Diego Jaume, uno de los verdugos de Paco Jémez en Alicante -anotó el 2-0 provisional a favor del Hércules-. El Córdoba de Crispi se anotó su primer y único triunfo como local ante el Numancia -el resto de cruces acabaron en tablas- gracias a una brutal volea a la media vuelta de Whelliton, aquel fornido ariete brasileño que había sido reclutado del Boavista a cambio de 200 millones de las antiguas pesetas. Eso dicen. Se marchó, como tantos otros, sin pena ni gloria. Al menos, aquella noche regaló una obra de arte. El arte es caro.

En la campaña siguiente, Ramón salvó un punto en el minuto 89 -Marini había adelantado al Numancia-. El actual defensa del Xerez ya sobresalió en el duelo previo con el Numancia, disputado en Los Pajaritos en el campeonato anterior (0-2 con doblete suyo). Mientras Iosu Ortuondo ocupaba el banquillo cordobesista, en el otro figuraba Manu Sarabia, ahora comentarista de la Liga BBVA en Canal Plus. A sus órdenes tenía a Álvaro Núñez -el meta uruguayo está afincado en Soria desde el ejercicio 99-00-, el ex internacional Unai, Cuéllar -proclamado mejor jugador de la liga escocesa, acaba de disputar y perder la final de la Copa de la UEFA con el Glasgow Rangers- o Pacheta, precisamente el artífice de que el proyecto actual haya llegado a Primera por la vía rápida desde su cargo de director deportivo.

El posterior emparejamiento en El Arcángel tenía a Miguel Ángel Portugal y Quique Hernández como técnicos. Camino de su segundo asalto a la elite -el Numancia subió como tercero, por detrás del Levante y el Getafe-, el combinado castellanoleonés no pasó del 0-0, con Antonio, Julio Pineda y Juan Navarro en la alineación. En aquel equipo ya deleitaba Juan Carlos Moreno, uno de los estiletes de Gonzalo Arconada.