De nuevo con la versión más solidaria, el Córdoba se impuso en Almería para agarrarse de nuevo al coliderato de Segunda, compartido con el Alavés. El conjunto blanquiverde fue mejor que el Almería en líneas generales y, tras adelantarse en el marcador y sufrir la injusta expulsión de Stankevicius, supo defender el resultado con una lección de sacrificio colectivo en pos del equipo. Con la calidad que el equipo de Oltra tiene, si además aparece esa versión sacrificada cuando vienen mal dadas, el camino será más fácil.

Poco tardó el Córdoba en darse cuenta de que podía hacer mucho daño a la endeble pareja de centrales del Almería, muy poco ayudada por los dos mediocentros rojiblancos. Apenas un par de pases verticales bastaron para desmontar el entramado defensivo de Gorosito en los primeros minutos de juego. Al Córdoba, con todo, le faltó calma para aprovechar sus opciones, aunque el partido estuvo bajo su control.

En la segunda parte, al gol de Florin le siguió la expulsión de Stankevicius, lo que obligó a Oltra a renunciar al ataque y prepararse para defender la renta, a expensas de enganchar alguna contra. Entonces apareció el Córdoba más solidario, con ayudas constantes a los laterales y dos líneas muy juntas que desesperaron al rival hasta dejarlo sin opciones.