Córdoba | ponferradina · informe técnico

Un 3-2-4-1 para terminar

  • Alcaraz vuelve a dar un giro de tuerca en el plano táctico en los últimos minutos · El equipo se sostiene con el balón parado ante una Ponfe con una pegada inaudita.

Lucas Alcaraz lleva año y medio trabajando con el Córdoba. Su sistema 4-4-2 con doble pivote es una seña de identidad que resiste el paso del tiempo para afrontar todos los partidos. Enfrente estaba ayer la Ponferradina, que salió con un dibujo idéntico tras el consenso entre Tomás Nistal (secretario técnico), Toñín Atanasio (segundo entrenador) y Manuel Santos (preparador físico), obligados a hacer encaje de bolillos sobre la marcha por la destitución de José Carlos Granero el pasado martes y el cúmulo de bajas de hombres importantes (Cristian, Iban Cuadrado, Rubén Vega, Saizar y De Paula). A pesar de todo, el conjunto leonés no se arredró. Todo lo contrario. Llegaba con una preocupante cantidad de 13 goles a favor (los mismos que el Nàstic y el Huesca), anotó tres en menos de una hora y pudo hacer alguno más. Tras mantenerse en la pelea gracias al productivo balón parado, con dos faltas laterales y un penalti, el CCF encaró los diez últimos minutos con un novedoso esquema 3-2-4-1. Pero ni esa apuesta táctica ni la expulsión de Redondo, ya en el 82' -la Ponfe terminó con un 4-4-1, prácticamente sin bandas para congestionar la zona ancha-, dieron pie a que los tres puntos se quedaran en casa.

Defensa

Alcaraz tuvo que modificar media defensa con respecto al once del Carlos Belmonte debido a las sanciones del lateral derecho, David de Coz, y uno de los centrales, Tena. Entraron Fernández, que sigue creciendo en una evolución similar a la de Fuentes la temporada pasada, y Agus. El equipo se vio sorprendido por una Deportiva más osada de lo esperado, que facturó dos tantos en apenas 26 minutos gracias a un robo en campo contrario y una acción estática apoyada en un grave fallo de Agus.

Yuri y Máyor, dos delanteros corpulentos, crearon problemas a la zaga blanquiverde, de nuevo auxiliada por Alberto Aguilar en el rol de stopper. Nistal optó por jugar con dos puntas y el bando berciano lo agradeció, ya que generó bastantes ocasiones. En buena medida merced al empuje en el primer tiempo de dos laterales que no suelen ser habituales, David Malo y Redondo. Incluso este último originó el 0-1 al capturar un pase de Fernández a Juanmi Callejón y ceder la pelota a Yuri, que hizo el resto.

La Ponferradina también dio la cara cuando se vio por debajo en el marcador. El Córdoba no pudo dormir el partido porque, sólo tres minutos después de que Jorge Luque materializara el 3-2, Toribio se inventó un misil a la escuadra tras coger un rebote en la zona de tres cuartos. Imparable. De ahí al final, el combinado foráneo sólo tuvo otro acercamiento significativo, una volea de Yuri despejada por Alberto García. Tras la roja a Redondo, el ariete brasileño terminó en el medio, con la misión de arropar a Jonathan Ruiz, Toribio y Miguel Ángel y ganar balones aéreos por si Francis Suárez podía hacer sonar la flauta. Mientras, el Córdoba se protegía con sólo tres atrás (Fernández, Richy y Agus), con Alberto Aguilar y Jorge Luque por delante.

ataque

Lucas ha encontrado un patrón con Aguilar y Luque en el doble pivote, Juanmi Callejón y Jonathan Sesma por las alas y Pepe Díaz y Oriol Riera arriba. Pero la lluvia caída en El Arcángel, útil para contener a rivales de mayor calidad como el Valladolid o el Deportivo, resultó ayer perniciosa. Los intentos por rasear el esférico eran vanos, una lotería. Ya había charcos antes de empezar y el estado del terreno, cada vez más blando, fue empeorando con el paso de los minutos.

Ante esa tesitura, el Córdoba se entregó al pragmatismo. O sea, la estrategia. Los golpeos de Callejón, con mucha rosca, siempre auguran algo bueno. Y así llegaron los dos primeros empates, en jugadas muy similares: centros cerrados a pie cambiado para los cabezazos de Alberto Aguilar y Pepe Díaz, aunque en el segundo caso el de Almodóvar no llegó a desviar la bola.

Una cabalgada de Jonathan en el inicio del segundo acto puso al CCF por delante, ya que Jorge Luque aprovechó el penalti mal concedido por Pino Zamorano. Pero el equipo no pudo explotar la contra por la fulminante igualada de la Ponferradina. Con la hierba cada vez en peores condiciones, Alcaraz agotó sus opciones prescindiendo de Camille, con Callejón y Arteaga abiertos, Oriol como referente y Charles y Usero irrumpiendo desde la segunda línea. La ocasión llegó en el alargue e incluso El Arcángel gritó el gol, pero el de Brazatortas estaba en fuera de juego.

virtudes

El Córdoba se levantó dos veces gracias a la pizarra. El 4-4-2 no es la verdad absoluta, hay variantes.

talón de aquiles

La Ponferradina, un oponente maniatado, creó demasiado peligro.

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