La semana de la confirmación le ha sentado al Córdoba como una patada en cierto sitio. Más bien, como dos patadas, porque a la humillación del martes en Barcelona (4-1) se añadió ayer una inesperada derrota en casa -casi medio año después- ante el Numancia, que no ganaba fuera desde principios de enero y se llevó la victoria en un partido con los tres goles a balón parado. De Segunda. El tanto inicial de Charles auguraba una tarde plácida, pero Del Pino igualó al filo del receso y consumó la remontada en la segunda mitad. Así que el cuadro de Lucas Alcaraz se estanca en la zona media-baja de la tabla, con un saldo de 35 puntos en los dos primeros tercios del campeonato.

Los dos equipos salieron mirándose a los ojos, estudiándose como avezados ajedrecistas. Con las líneas comprimidas para evitar huecos por los que progresar. El Córdoba venía de sufrir una tunda de campeonato en el Mini Estadi y salió dispuesto a no marearse, con Alberto Aguilar por Usero como única novedad en un bloque ya asentado. Había que contrarrestar a otro adversario que pretende combinar desde atrás y, por supuesto, explotar las transiciones.

El Numancia, que había perdido cinco de los seis encuentros anteriores, sabía que debía minimizar los errores. Porque la visita a El Arcángel depara una catarata de centros desde los costados: David de Coz y Juanmi Callejón se asocian por la derecha y Camille y Arteaga, por la izquierda. La manija de Jorge Luque y la movilidad de Charles y Oriol Riera son una caja de sorpresas. Y siempre queda el balón parado: Tena, autor del empate en Los Pajaritos en la ida, estuvo cerca de repetir al cabecear un córner botado por Callejón; sí marcó Charles, al borde del minuto 20, en un preciso experimento del laboratorio de Alcaraz. Arteaga y Camille fueron los aliados del brasileño, que amortiguó el envío del francés y alcanzó la decena de goles en esta Liga con un obús imparable para Lafuente en el regreso al once del portero.

Barkero, tirado a la derecha, era la gran esperanza del cuadro soriano. Su deliciosa zurda no encontró portería en un golpe franco a 25 metros del arco. El otro argumento era la velocidad de Del Pino y Cedric, quien al filo de la media hora llegó a la línea de fondo tras desbordar a De Coz y Richy -el gallego se rehízo e interceptó el pase atrás-. El CCF, contemplativo, dejaba hacer a su rival sin fisuras atrás. Ya en campo propio llegaba el momento de apretar, y el más aplicado era Luque. Así, Del Pino o Nagore tuvieron que intentarlo desde fuera del área.

Oriol y Arteaga desperdiciaron sendos centros desde el carril derecho, que acaparaba todas las llegadas locales. A cuentagotas. Pero no cayó el 2-0, sino todo lo contrario: tras un par de inquietantes despistes de Richy y De Coz, el Numancia halló la recompensa a su afán con un saque de esquina ejecutado por Barkero e impecablemente rematado por Del Pino, que a falta de centímetros tiró de capacidad de salto para suspenderse en el aire y restablecer las tablas. No pasó nada más de ahí al descanso porque el gol llegó en el minuto 43 largo.

El Córdoba, encorajinado, regresó de los vestuarios sin agotar el tiempo reglamentado. Deseaba recuperar la parte del botín que le habían arrebatado in extremis. Tenía medio partido para atrapar el triunfo y pasó a presionar más arriba, mientras calentaban los suplentes con aptitudes ofensivas: Usero, Jonathan Sesma y Pepe Díaz. De Coz y Camille contribuían en ataque de nuevo, lo que incrementaba considerablemente las opciones de anotar. El manantial de los flancos estuvo a punto de cuajar en una rosca de Callejón que Luque acarició en su impetuosa irrupción en el área pequeña.

La posesión había cambiado de dueño de manera exagerada. No obstante, tanto Riera como Charles necesitaron ser atendidos tras otro acercamiento, por lo que el Córdoba estuvo unos segundos con nueve y unos minutos con diez. En esa fase, Barkero se ganó la reprimenda general por tratar de sacar tajada con un gesto antideportivo (apertura hacia Cedric, desmarcado) y habilitó a Del Pino, que se topó con Alberto García en su chut seco y centrado. La entrada de Pepe Díaz por Oriol no invirtió la peligrosa dinámica, ya que el número 17 rojillo volvió a tirar de calidad en el saque de una falta que Dimas y Del Pino, ambos con la cabeza, llevaron a la red. Pizarra, pizarra y pizarra: 1-2.

El doblete de Del Pino interrumpió abruptamente la reacción del CCF, que encaró el último cuarto de partido a contrarreloj y ante un conjunto pertrechado atrás. Un equipo tenía que empujar (Usero reemplazó a Alberto Aguilar) y el otro, replicar con rapidez arriba (Ion Vélez relevó a Garmendia y Barkero centró su posición). Faltaba un cuarto de hora cuando Lucas se la jugó con Jonathan Sesma en detrimento de Camille.

El Córdoba percutía de forma atropellada, con Pepe Díaz achuchando con brío. Usero y Jorge Luque, el soporte del nuevo dibujo 3-2-3-2, procuraban hacerse con las riendas. Sin embargo, las ideas no eran claras y la frescura brillaba por su ausencia -secuelas del vapuleo en la Ciudad Condal-, Richy y Tena dudaban, Del Pino completaba su eficaz actuación aguantado el esférico lejos de los dominios de Lafuente, Unzué blindó la zona ancha con Sunny... A El Arcángel le habían arrancado la fe, el público empezó a desfilar por los vomitorios.

La defensa numantina obligó al Córdoba a bombear balones en busca de alguna segunda jugada. No hubo fortuna e incluso Alberto García tuvo que intervenir para evitar el tercero en una contra culminada por Dimas. La vigesimoctava jornada y otra ración de ilusión murieron junto al banderín.

1 - Córdoba: Alberto García; De Coz, Richy, Tena, Camille (Sesma, m.75); Callejón, Alberto Aguilar (Usero, m.71), Jorge Luque, Arteaga; Charles y Oriol Riera (Pepe Díaz, m.63).

2 - Numancia: Lafuente; Flaño, Jaio, Pavón, Dani López; Nagore, Garmendia (Ion Vélez, m.73), Dimas, Barkero; Del Pino (Íñigo Vélez, m.89); Cedric (Sunny, m.82).

Goles: 1-0, M.20: Charles. 1-1, M.44: Del Pino. 1-2, M.64: Del Pino.

Árbitro: Jesús Gil Manzano (Comité Extremeño). Amonestó al cordobesista De Coz, así como a los del Numancia Nagore, Ion Vélez, Garmendia y Pavón.

Incidencias: Partido disputado ante unos 8.000 espectadores en El Arcángel, que presentó un terreno de juego en aceptables condiciones.