La ciudad y los días
Carlos Colón
Por el bendito nombre que nos reúne
El duelo ante el UCAM Murcia del domingo no fue uno más para Antonio Sillero. El portero cordobés abandonó su habitual puesto en el banquillo del Córdoba B para volver a defender la meta, más de 13 meses después de su último partido oficial. Un largo ostracismo que amenazaba con sepultar la progresión de uno de los valores de la cantera blanquiverde, que cumple su décima campaña en el club. Su regreso no pudo ser más completo pues, además de cuajar una gran actuación con intervenciones de mérito y dejar su portería a cero, el equipo volvió a ganar y lo hizo ante el líder invicto del Grupo IV.
No es de extrañar entonces que Sillero se mostrara "muy contento" al término del partido, sobre todo "por el equipo, porque llevábamos una racha muy mala; eso pesa mucho, y necesitábamos ganar y afrontar lo que queda con más confianza". El joven arquero priorizó lo colectivo, aunque no escondió su alegría "en lo personal" y recordó que ha "trabajado mucho este tiempo para conseguir esta oportunidad".
No ha sido un periodo fácil para el prometedor guardameta. Señalado como uno de las joyas de futuro del CCF desde su explosión en el cadete que dirigió Berges, Sillero vio truncada su participación en el equipo hace más de un año. Concretamente, el 15 de diciembre de 2013, día en el que el portero disputó como titular el choque ante el Albacete de la jornada 18. El filial blanquiverde ganó (1-0) aquel partido disputado en el Municipal de El Carpio al conjunto manchego, que llegaba -como el UCAM Murcia el pasado domingo- siendo líder de la categoría.
Después de aquel encuentro, la portería del filial pasó a ser propiedad de Razak, que había llegado en el mercado invernal como firme apuesta del club para reforzar a un equipo hundido en el descenso. Desde entonces, el ostracismo de Sillero fue total. Ningún partido jugó en el segundo tramo de la temporada pasada. Algo extraño teniendo en cuenta que en los filiales la rotación de futbolistas suele ser mayor, por aquello de no frenar a ninguno en su crecimiento.
En la presente temporada, la llegada de Jon Villanueva procedente del Amorebieta dibujó un panorama similar para el cordobés. El meta vasco asumió el rol de titular desde el primer partido y contó además con la confianza de los técnicos del primer equipo para completar los entrenamientos. Pese a todo, sus números no eran halagüeños, con 38 goles encajados en 22 citas. "Lo único que queda es mirar adelante, lo que hay atrás ya no se puede recuperar", afirma Sillero cuando se le pregunta por todo el tiempo que ha estado a la sombra, aunque reconoce que "como todo jugador que no juega, lo he pasado mal, pero eso nos pasa a todos los jugadores".
Ante el UCAM Murcia, José Antonio Romero decidió cambiar el rumbo y ofrecer a Sillero la oportunidad de reivindicarse en una situación idéntica a la que propició su salida del equipo hace más de un año. Y el joven portero, de sólo 21 años, respondió como mejor sabe. Portería a cero y victoria del equipo, factores que apuntan a su continuidad en el once inicial. El fútbol ha vuelto a mostrar su cara más amable al portero del filial, que ahora piensa en "afrontar lo que viene, olvidarse del pasado y, si el míster lo considera oportuno, seguir aportando al equipo".
Sillero sabe que su momento, ese por el que tanto ha trabajado, por fin ha llegado. "El míster me ha dado la oportunidad y hay que aprovecharla", comenta, algo para lo que tiene claro que debe "seguir igual, trabajando tanto como cuando no jugaba". En el fútbol, como en la vida, casi siempre hay una segunda oportunidad para todos y el arquero blanquiverde ha agarrado con fuerza la suya.
También te puede interesar
Lo último
La ciudad y los días
Carlos Colón
Por el bendito nombre que nos reúne
El mundo de ayer
Rafael Castaño
Una línea en la pared
No hay comentarios