Tres puñales de muerte (3-0)
Sporting-córdoba
El CCF, que se vio por debajo en el marcador ya en el minuto 2, cae goleado en El Molinón y entierra el milagro del 'play off' Salvado matemáticamente, es la hora de mirar al futuro.
Tres puñales para que me des la muerte, dice la copla que hizo célebre Marifé de Triana. Apunta a la indiferencia, la traición y el acero frío. Tres elementos que son los que acompañarán al CCF en este tramo final de campaña tras la enésima pifia.
Esta vez tocó en Gijón ante un Sporting que, haciendo lo justo, goleó a un cuadro blanquiverde sin ideas y tremendamente blandito en tareas defensivas. Menos mal que era el partido clave para meter presión a los de arriba, para seguir alimentando un sueño que lleva demasiado tiempo dormido. De no ser así, a ver qué hubiera pasado en El Molinón. Porque cuando uno se canda de pedir confianza para creer en los milagros y antes de que pite el árbitro ya has regalado un gol, se te quitan las ganas de todo. Ahora toca sufrir la indiferencia de una afición que se vuelve a sentir traicionada por un equipo que se ha ganado una buena dosis de acero frío para ver si espabila. Quedan cuatro semanas para que esto acabe y, lo mejor, es que con los resultados que se dieron en los partidos adelantados, el grupo de Esnáider ya está salvado matemáticamente. Es hora de pensar en el futuro. Pero hay que hacerlo bien porque encontrar ahora mismo algo que levante la más mínima ilusión es prácticamente imposible. Así de duro.
El Córdoba perdió justamente en Gijón en un insulso y anodino partido en el que apenas inquietó ni hizo peligrar el marcador en El Molinón. Sólo los tres goles de un Sporting que tampoco hizo nada del otro mundo, animaron el partido. Poco bagaje para un CCF que pretendía ganar para meter presión a los rivales que le preceden en la tabla y mantener vivo el sueño del play off. Algo que hoy ya es "imposible", como lo catalogó Esnáider, que se consideró culpable de lo ocurrido por su alineación -la misma de Jerez con Rennella por Caballero- y planteamiento. Eso sí, al conjunto blanquiverde no se le pudo negar el esfuerzo y la pelea.
Comenzó el partido con dominio del Sporting, que atacó desde el inicio y se aprovechó de las indecisiones defensivas de su oponente para, en menos de un minuto, crear dos ocasiones de gol. No era el mejor escenario. Menos aún cuando Carmona movió la red del portal cordobesista cuando alguno estaba aún pensando en dónde estaba.
La respuesta del CCF no se hizo esperar, pero Cuéllar llegó antes que López Silva a un balón enviado por López Garai. El cancerbero rojiblanco estuvo atento en la siguiente aproximación blanquiverde, en un disparo en semifallo de Rennella cuando estaba solo en el área pequeña tras el pase de Pedro. Era una fase de dominio cordobesista.
Pero poco a poco el Sporting se fue sacudiendo la presión visitante. Juan Muñiz, en acción individual, buscó la escuadra de Alberto García con un buen zurdazo que hizo levantarse a los aficionados de sus asientos. Ya en el minuto 25, el canterano Guerrero, gran novedad en el once de Sandoval, acarició el gol, pero la rápida y valiente intervención del meta blanquiverde evitó una prematura sentencia.
Algo que no tardaría mucho en llegar, cuando de nuevo el delantero sportinguista recogió un balón a quemarropa y complicó todavía más la batalla a un CCF que quizás aún tenía en su mente las largas carreteras de La Mancha o las rectas que conducen hasta el Principado de Asturias. Todo menos el balón, el Sporting y un encuentro que parecía clave. Parecía, sólo eso, porque luego...
De ahí al intermedio no se atisbó ninguna reacción por parte de los visitantes, lo que convirtió el choque en un tostón considerable. Algo que trató de reconducir Esnáider en el vestuario con la entrada de Fede Vico por Pedro -ya antes había entrado Alberto Aguilar por un Kiko tocado-, aunque nuevamente sin éxito.
El juego se reanudó con una rápida acción de Carmona por la derecha que completó Guerrero con un disparo seco que Alberto García atrapó con más problemas de los previstos. La respuesta visitante fue mucho más liviana, ya que los centros de Fede Vico y López Silva no encontraron rematador ante los nervios de una afición rojiblanca que tampoco es que esté muy contenta con el curso perpetrado por los suyos.
Juan Muñiz era el hombre que más peligro llevaba en las filas del Sporting. Sin embargo sus acciones, de grandísima calidad no encontraron el premio del gol, sobre todo una en el minuto 59 en que su zurdazo colocado y fuerte fue repelido por el larguero con Alberto García haciendo la estatua en su zona de influencia.
De ahí al final, tan solo destacar un disparo lejano de Xisco y el tercer gol local. Un tanto que llegó en una veloz internada de Santi Jara que definió bien ante la salida del portero cordobesista. Fue la tercera y última puñalada a un CCF que, con todo perdido, pudo maquillar el marcador ya en los compases finales con un nuevo remate de Xisco que repelió el poste tras la intervención de Cuéllar. Acto seguido, el córner de Abel Gómez murió otra vez en la madera. Palo como el que se llevó todo el cordobesismo, que esperaba una salida más torera de los suyos en un escenario de postín por los mensajes lanzados durante la semana. Pero se ve que sólo es eso. Habladurías que luego no encuentran reflejo donde de verdad cuenta...
También te puede interesar