Bajo presión

17 jornadas. Es lo que ha dado tiempo a disputarse durante 2010 en la Liga Adelante. 17 semanas de fútbol y mil historias en cada partido. Cientos de goles y 22 equipos dispuestos en el medio año que les queda por delante, que ya será otro diferente, a cumplir sus retos. Casi todos apuntan a la cabeza, por aquello de que tiene premio esta temporada hasta ser sexto (o séptimo u octavo, con dos filiales en forma y en liza). Sólo un grupo de rezagados miran con susto al abismo. Pero, ojo, que el Recreativo de Huelva -decimoquinto- está a seis puntos nada más del séptimo puesto, que ahora mismo regala playoff. Como para bajar los brazos.

EL BETIS Y 21 MÁS

Si ha habido un protagonista en lo que va de competición, ése ha sido el Real Betis. Los verdiblancos gobiernan la categoría con mano de hierro. Han ganado más encuentros que nadie (doce), han perdido menos que ningún otro (dos y ambos a domicilio ante Albacete y Cartagena), sólo han dejado escapar un empate en su feudo (2-2 contra el Barça B) y suman ya 41 goles, a una media de 2,4 por encuentro. Gran parte de culpa de que la máquina -que es, tampoco hay que olvidarlo, una suerte de selección de la categoría- funcione radica en la mano de Mel. El madrileño está mimando la personalidad y el ego de futbolistas estratosféricos como Emaná sin que pierdan la disciplina. Además, no ha dudado en darle voz y voto a promesas del filial como Beñat, Ezequiel o Isidoro, que están respondiendo.

Todo esto ha sucedido en unos meses convulsos en lo institucional. Oliver dejó, con polémica, su poltrona al mítico Rafael Gordillo y el estadio dejó de llamarse -al menos así lo quiso la mayoría del beticismo- Ruiz de Lopera para volver a glorificar a Don Benito Villamarín. El mandatario saliente Luis Oliver nada más empezar el campeonato dijo una frase que explica mejor que nada por qué este año sí y el pasado no: "Cuando lleguen las derrotas, los futbolistas de este equipo se irán a casa a llorar. No a tomar copas como el año pasado".

PERSEGUIDORES EXCELSOS

La segunda plaza, la otra que da derecho a subir sin más artificios, tiene dos opositores que están rindiendo a un nivel excelente. Rayo y Celta representan el triunfo del buen fútbol sobre todas las cosas. Del ataque como seña de identidad. Los vallecanos cuentan con un plantel muy sólido en el que sobresale Armenteros -acaso el futbolista con más clase de la división-. La imagen de su furia la representa mejor que nadie su arquero Cobeño, que montó en cólera cuando el bético Emana, en la jornada décima, le coló un penalti a lo Panenka en el doloroso 4-0 que recibieron en Sevilla. "A ver si te atreves a hacerlo en Primera", le dijo.

El Celta hace menos ruido, pero recoge muchas nueces. Paco Herrera, un entrenador que lleva mucho tiempo haciendo méritos para mejores plazas, ha hecho de la regularidad virtud. Su plantilla no es amplia ni costosa y orbita en torno a un joven llamado Álex López que hasta este verano apenas había jugado dos partidos en Segunda. Tanto mérito tiene su trabajo sobre el campo como el efecto que ha causado en las gradas de Balaídos, antaño gélidas y hoy templadas e ilusionadas, como toda Vigo. Por cierto, la primera jornada de 2011 medirá a rayistas y célticos.

LA INCIERTA CLASE MEDIA

A la sombra de los tres mejores equipos hasta el momento cabalgan una tropa de once conjuntos que componen la zona templada de la clasificación. Es un elenco heterogéneo, en el que caben desde plantillas que están dando muchísimo más de lo presupuestado hasta otras que, a pesar de seguir bien posicionadas en la lucha por promocionar, han rendido tan mal que han provocado los despidos de sus entrenadores. Dentro del primer grupo se encuadran los cuatro siguientes en la clasificación.

El Cartagena, cuarto, sobrevive en la élite a pesar de los disparates de su caciquil presidente Paco Gómez, quien despidió a su director deportivo Paco Buitrago porque se lo solicitó su pitonisa particular. A pesar de eso y, también, de un inicio muy dubitativo, después de cuatro victorias en las últimas cinco jornadas, se ha metido muy arriba. Un ejemplo a tener en cuenta. Similar es el caso del Xerez, que se ha nutrido de la voluntad de futbolistas ya de vuelta como José Mari para remontar el vuelo y soñar con recuperar la categoría recién perdida. Sexto marcha el filial del Barcelona. Los de Luis Enrique tratan de emular el fútbol del primer equipo y, por eso, combinan exhibiciones de buen juego con derrotas escandalosas (5-1 en Cartagena y 4-1 en Granada). Extrañamente, acumulan en este último mes y medio cinco empates consecutivos. Algunos de sus jóvenes futbolistas ya se están ganando un futuro, como es el caso de Nolito, que el año que viene correrá para el Benfica.

Séptimo y octavo son Elche y Salamanca respectivamente. En el primer caso, la falta de tino (se nota la marcha de Jorge Molina) cara a gol está lastrando un proyecto sobrio e interesante. En el segundo, lo que han notado después de un notable arranque ha sido la traumática baja de Miguel García, que vio de cerca la muerte al sufrir un infarto en la jornada novena en el duelo ante el Betis.

El otro filial, el del Villarreal, conserva su dignidad a pesar de perder a media plantilla (que ahora juega en Primera) y es noveno. Décimo es el Granada de Fabri, de Pina y del Udinese, candidato por decreto a subir a Primera y que alterna una de cal y otra de arena. Después de empezar fatal, el carismático entrenador gallego amonestó públicamente a sus pupilos: "Los grandes futbolistas ponen sus egos al servicio del estilo de juego del equipo, que los nuestros reflexionen si son o no profesionales tras hacer un ridículo espantoso". Desde aquello, jornada tercera, sólo han perdido dos partidos más.

El Valladolid, que ocupa el centro de la tabla, es el que mejor va de los que han despedido a su entrenador. La estrella de Antonio Gómez se acabó de consumir a final de noviembre. Le suplió Abel y a las primeras de cambio sufrió un 4-5 del Numancia en el que fue el mejor partido de los disputados hasta la fecha en Segunda. Los sorianos, precisamente, son los siguientes en la clasificación. Barkero, que no debería actuar en otra categoría que no fuera la Primera división, brilla en un grupo mediano.

En Las Palmas, Paco Jémez está sembrando su ofensivo sistema en tierra fértil . A pesar de perder once futbolistas y de casi no fichar, la prodigiosa cantera canaria produce unos talentos que agradecen el juego valiente del técnico del Zumbacón. Vitolo se lesionó, pero Jonathan Viera tomó su testigo y ha demostrado tanto que cuentan que Madrid y Barcelona se pelean por sus amores. Por cierto, Jémez también fue protagonista con sus manifestaciones anticolegiados. La más fuerte, tras su primera derrota en Valladolid en la jornada séptima, cuando dijo que estaba "hasta los huevos de los árbitros".

REGOMEYO EN EL CUERPO

Hay ocho conjuntos que tratan de salir cuanto antes del atolladero en el que su mala cabeza les ha metido. El que mejor pinta tiene es el Recreativo, que con Carlos Ríos -que suplió a Pablo Alfaro en octubre- aún no ha perdido. Bajo su mandato lograron su primera victoria, en la jornada número doce. Fue el conjunto que más tardó en ganar, y ya nadie se acuerda en el Colombino de que también se han metido en Ley Concursal. Con 18 puntos -uno menos que los onubenses- están Girona, Huesca y Alcorcón. El caso más singular es el de los madrileños, recién ascendidos y que hicieron de su campo un fortín hasta que el filial del Barça lo asaltó. Desde entonces, acumulan una racha desastrosa que les ha colocado cerca del único objetivo al que son capaces de aspirar: la salvación. El genuino y simpático Anquela y el sorprendente ariete Quini -doce goles suma y lo pretenden equipos ingleses- tienen trabajo.

Los cuatro de abajo son Albacete (17), Ponferradina (15) y Nàstic y Tenerife (13), que comparten farolillo rojo. Lo de los manchegos y los bercianos es comprensible por lo apretado de sus presupuestos. También se puede entender lo de los tarraconenses (aunque no que cuando echaran a Luis César y se estrenara Oliva les metieran seis en Granada, los mismos que les colaron en Valencia el año pasado cuando Luis César relevara a Ferrando). Pero lo que no tiene justificación es que el Tenerife navegue en esas aguas procelosas. Se fue Arconada y con Mandía mejoraron un tanto los resultados, pero el verdadero tour de force para este grupo llegará en enero, cuando tendrán que jugar contra Albacete, Ponferradina… y su eterno rival Las Palmas. Si sobrevive, soñará.