Un partido y a puerta cerrada

La UEFA decidió ayer reducir la sanción impuesta al Atlético de Madrid, pero le obligó a jugar un jugar un encuentro a puerta cerrada en el Vicente Calderón, después de los incidentes ocurridos en el partido de la segunda jornada de Liga de Campeones, el pasado 1 de octubre, ante el Olympique de Marsella.

Según informó el club atlético, durante los próximos dos años estará en un periodo de prueba, y en el supuesto de volver a incurrir en incidentes en su estadio, será cerrado por un partido. De momento, el próximo 26 de noviembre tendrá que medirse en su estadio al PSV Eindhoven a puerta cerrada.

Asimismo se mantiene la sanción de 150.000 euros a la entidad, y la sanción de dos encuentros a Javier Aguirre también ha sido confirmada. El Atlético, que dispone de 10 días para protestar por la sentencia al TAS, ya ha confirmado que recurrirá la decisión.

Todo comenzó el pasado 14 de octubre cuando la Comisión de Control y Disciplina hizo pública la sanción del Vicente Calderón por dos partidos de la Liga de Campeones por los incidentes que se produjeron en el feudo del Atlético ante el Olympique el 1 de octubre.

Además, la sanción estableció que el equipo rojiblanco debería disputar esos encuentros a un distancia de por lo menos 300 kilómetros de Madrid y que la suspensión podría ampliarse a un tercer partido si se continuaban produciendo incidentes similares en los próximos cinco años.

La UEFA esgrimió "falta de organización que generó incidentes de público" y "conducta impropia de sus aficionados". Por su parte, la sanción económica al club fue "por estas ofensas" y la suspensión a Aguirre por una "conducta contraria" al artículo 5 de la UEFA, referente a los principios deportivos, de integridad y deportividad.

Cabe recordar que en los prolegómenos del encuentro se produjeron en la grada ocupada por los aficionados franceses distintos enfrentamientos y cargas policiales. Así, minutos antes de que diera el comienzo el encuentro, los miembros de la Policía Nacional se vieron obligados a cargar contra los aficionados radicales del Marsella, que se habían desplazado a Madrid en una cifra cercana a los mil. Al ver que sufría el lanzamiento de sillas por parte de la aficionados galos, la Policía decidió actuar. Una de las pruebas presentadas por el Atlético fue un vídeo en el que se aprecia de forma clara estos incidentes, además de justificar que muchos de los cánticos de su afición no eran racistas sino que hacían mención al Kun Agüero.

A pesar de esto, la UEFA, que rebajó su sanción, se negó a eliminar del todo el castigo al conjunto del Manzanares, que, en principio y hasta la decisión final del TAS, deberá medirse en el último encuentro de la fase de grupos ante el PSV, en un Calderón vacío.