Hay que pagar el turrón

Casi sin darnos cuenta, la Navidad está a la vuelta de la esquina. Los primeros adornos en las calles son la antesala de unas fiestas a las que el Córdoba aún no se siente invitado. Está reservado el derecho de admisión y el equipo de Lucas Alcaraz, con su imagen deteriorada por los últimos marcadores (2-1 en Alcorcón y 0-0 con el Villarreal B) y la afición de uñas, debe dar un paso al frente para marcharse de vacaciones con la moral reforzada. Es tiempo de agarrarse los machos, porque el calendario es de aúpa: tres derbis consecutivos (Granada y Betis a domicilio, Recreativo de Huelva en casa), el Valladolid en El Arcángel y de nuevo en casa y con el Deportivo de La Coruña como rival en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey. Es el momento de que todos expongan su madurez para que los deseos para 2011 tengan visos de cumplirse.

No hay nada definitivo, ni mucho menos, pero el rumbo del Córdoba se ha torcido por dos pasos en falso en la Liga. La euforia por la clasificación para octavos de la Copa con esa agónica pero suficiente derrota (3-1) en Santander ha quedado pulverizada por el patinazo en Santo Domingo, donde una victoria equivalía al noveno puesto, y el empate a nada con el Villarreal B, que derivó en una bronca monumental de la hinchada con Javi Flores en el centro de la diana. José Miguel Salinas, que se toma el duelo con el Depor como un baremo para medir la pasión por el fútbol en Córdoba al margen de la fiel masa social (8.000 espectadores de media), salió en defensa del canterano con conceptos tan bruscos como "miserable" o "cobarde" para criticar la actitud de la grada. Las fricciones sólo se limarán con resultados positivos.

Más se perdió en Cuba y mucho se puede ganar en Granada. Un solo punto sobre seis posibles provoca que el Córdoba se plante en Los Cármenes, donde la hinchada rojiblanco se está acostumbrando a gozar (5-0 al Xerez y 4-1 al Barcelona B en los dos últimos compromisos) y se cumplirá el primer tercio del campeonato, en una posición ambigua: decimosexto con 15 puntos, aunque a la misma distancia (cuatro puntos) del play off que de la zona de descenso. A estas alturas de la temporada pasada, el equipo era octavo, con un botín idéntico (20) al del sexto (Betis).

Alcaraz regresa a la que considera su casa (incluso es socio) con muletas, su recuperada plaza en el banquillo tras dos partidos sancionado, un cambio de sistema táctico en la cabeza (del 4-4-2 al 4-2-3-1 por las bajas de Charles, Díaz de Cerio y Jonathan Sesma; el retorno de Usero y Jorge Luque es la nota positiva) y el calor de unos 700 seguidores blanquiverdes en las gradas. Porque es un duelo de rivalidad regional y porque habrá muchos corazones cordobesistas en el estadio y miles de ojos pegados a la señal de Canal Plus, la cita de mañana al mediodía no es una más. Debe marcar una tendencia.

El CCF abrirá junto a la Alhambra la serie de derbis andaluces. Luego habrá dos más. Primero recibirá al Recre, en el reencuentro con El Arcángel. Tras la catarata de pitos en el choque contra el filial del Villarreal, el resultado de mañana condicionará sobremanera la predisposición del público. Será el sábado 4 a las 18:00, ya que Canal Sur ha solicitado la retransmisión. El cuadro onubense no termina de salir del descenso, pero su dinámica con Carlos Ríos es alentadora: el sustituto de Pablo Alfaro no ha perdido (cuatro empates y una victoria). Es el único con más tablas (ocho) que el propio Córdoba (seis) en las 13 primeras jornadas.

Posteriormente vendrá el plato fuerte. En el mismo escenario -pero con distinto nombre: de Manuel Ruiz de Lopera a Benito Villamarín- donde la campaña pasada se produjo el punto de inflexión (ese 1-2 en la segunda eliminatoria copera), el Córdoba pondrá a prueba el tremendo potencial del Betis. El indiscutible favorito al ascenso ha ganado sus seis partidos en casa con un balance de 18 goles a favor y cuatro en contra, algo factible cuando juegan Rubén Castro, Emaná, Jorge Molina, Salva Sevilla... Y no lleva más de sus envidiables 29 puntos porque el pasado sábado tropezó en Cartagena, ajusticiado por Toché. Pepe Mel perdió los nervios y su expulsión le ha costado una suspensión de dos encuentros, por lo que volverá precisamente ante el CCF.

Una vez digerido el atracón de derbis y antes de coger unas vacaciones más cortas que de costumbre (enero arrancará fuerte: el día 2 en Albacete y el 5 en La Coruña), dos nuevas comparecencias en El Arenal. El Valladolid de Javi Guerra (siete goles), Calle (cuatro) y Jesús Rueda sólo ha vencido una vez como foráneo (curiosamente en Granada: 0-1 en el debut) y viene de fracasar en Chapín (4-0), pero su candidatura está ahí: sexto, 21 puntos. Y apenas tres días después, el 22, llegarán la Lotería y el Deportivo, que va a más desde que Lotina retomó la defensa de cinco. El cruce con el cuadro gallego no gustó por su escaso impacto deportivo y económico, pero al mismo tiempo entraña una ocasión de oro para seguir haciendo historia.

Los resultados en estos cinco partidos definirán el estado de ánimo del cordobesismo en unas fechas que impulsan la concordia y la armonía, esos valores tan echados en falta en el crudo examen ante el Villarreal B. Todo depende de la pelotita... y de los medios que se pongan para conseguir que entre.