Alessandro Gaucci volverá esta semana a Córdoba para tratar de cerrar la compra del CCF como intermediario de un nuevo grupo italiano que no será el liderado por el Catania. "El mediador soy yo, y punto", dijo ayer a este periódico después de una semana de gestiones en Italia, donde ha seguido trabajando en busca de inversores para cerrar la operación que él mismo sigue gestionando a través de Augusta Business Capital. El transalpino vio ayer el encuentro ante la Ponferradina a través de internet y sigue al corriente de todo lo que sucede en el CCF, porque nunca ha dejado de hacer gestiones para cerrar el trato. De hecho, ayer asistió al cumpleaños de José Enrique Rodríguez Zarza (administrador único de Augusta Business Capital) y juntos perfilaron la estrategia a seguir en los próximos días, que se presentan definitivos para la resolución final de la venta.

De hecho, el presidente blanquiverde José Miguel Salinas señaló ayer que la operación "está absolutamente en marcha y esta semana se cerrará", con dos grupos "que nos han dicho que vienen esta semana a firmar". Uno de ellos será de capital italiano con Alessandro Gaucci de nuevo como intermediario, y el otro será el liderado por el empresario madrileño Víctor de Aldama, que ya quiso comprar el CCF hace dos años y que entonces se llevó un no por respuesta.

Porque el que no será nuevo dueño del Córdoba es Antonino Pulvirenti. "No será el Catania. Serán otros inversores italianos que tienen más prudencia en darse a conocer y nosotros menos curiosidad en saber quiénes son, porque no queremos que se fastidie por segunda vez", reconoció José Miguel Salinas a la salida de El Arcángel, avanzando que a falta de confirmación los nuevos inversores "vienen el martes".

Eso no quiere decir que el acuerdo sellado el pasado día 22 de diciembre haya quedado roto, ya que el acuerdo para el traspaso accionarial es entre el Grupo Prasa y Augusta Business Capital, sin que el comunicado oficial del club mencione en ningún momento al Catania. Fue el propio Salinas el que en la rueda de prensa posterior puso sobre la mesa los nombres de Antonino Pulvirenti y del Catania, avanzando un acuerdo de colaboración similar al existente entre el Udinese y el Granada. "Ha acabado la etapa del Grupo Prasa y comienza la del Catania", dijo el presidente, aunque hasta ese momento la única implicación del club italiano en la operación había sido la presencia en Córdoba de Pietro Lo Monaco, director general de la entidad siciliana y que se presentaba como brazo fuerte en la gestión deportiva de la nueva etapa blanquiverde.

Pero la aparición en la prensa del nombre del empresario siciliano provocó una respuesta desde la web oficial del club rossoazzurro, en el que se negaba cualquier implicación entre el Catania Calcio y la compra del Córdoba, aunque sí se admitían contactos "para la colaboración económica y deportiva". Aunque en principio Salinas negó importancia a ese malestar, sí reconoció que hubo momentos de tensión por parte de los compradores. Si en principio fue un simple susto, a la larga ese enfado ha provocado la marcha atrás del grupo siciliano.

Sin inversor detrás que respaldara la operación, Gaucci siguió buscando en Italia los fondos que avalaran una operación cifrada en 8.5 millones de euros. Y su respuesta ha sido la vuelta al plan original. El italiano ha estado trabajando en la compra del CCF desde el pasado mes de agosto, y en verano tuvo cerrada la operación con el apoyo de un grupo empresarial de plenas garantías. Sin embargo, todo se paralizó porque el propio Gaucci ofreció la opción del Catania con el aval de la buena gestión deportiva y económica del club de la Serie A, además de la opción de un favorable acuerdo de colaboración entre las dos entidades. Las negociaciones fueron avanzando hasta que se destaparon en el mes de diciembre, cerrándose supuestamente con el comunicado del día 22. Pero la marcha atrás del Catania ha obligado a volver al plan original, con empresarios italianos, pero sin Pulvirenti de por medio.

"Sí, se ha caído", admitió ayer Alessandro Gaucci, señalando que el acuerdo con el Catania se complicó "por mala suerte, por todo lo que salió por la prensa". "Lo Monaco se retiró porque salió el nombre del Pulvirenti, que no tenía nada que ver. Ahora no hay más. Estamos esperando a otra gente", asumió el intermediario romano, quien apura las últimas gestiones antes de volver a España con la intención de cerrar definitivamente el acuerdo, aunque "el problema es que para hacer un negocio tan complicado, seguimos esperando los últimos papeles. No estamos perdiendo el tiempo. Estamos comprando un club de fútbol y eso es algo importante".

"No puedo hablar más, porque después de trabajar seis meses lo otro se fastidió", lamenta el transalpino, "así que ahora que recuperamos otra cosa, porque esperemos tres días más no pasa nada". Uno de los aspectos que siguen pendientes es la due dilligence, la auditoría de compra que precede a cualquier fusión o adquisición de empresas. Gaucci sigue gestionándola junto a Rodríguez Zarza en favor de Augusta Business Capital, y ayer mismo llegaron documentos a su oficina, "pero sin que lleguen todos los detalles no se puede hacer". Un dato que revela que pese a todo, se sigue trabajando.

Gaucci cree que "el miércoles o el jueves" debe quedar todo definitivamente cerrado, haciendo buenos los plazos marcados esta misma semana por Rodríguez Zarza, que puso el día 15 de enero como tope para la firma final. En todo caso, y con el pésimo precedente del Catania, la discreción será la norma básica de esta negociación, tanto que es muy probable que no aparezca por Córdoba ninguna de las cabezas visibles del nuevo grupo inversor. "Nadie va a venir. Voy a ser el mediador y punto. Luego si esta gente -los hipotéticos nuevos compradores- quieren salir o no…", dice Gaucci, para quien lo importante "es que sea gente seria y tenga un programa serio, que trate de llevar el Córdoba a Primera, aunque ahora mismo estemos más pendientes de no descender por la situación del equipo".