La música amansa a la fiera

Barcelona b | córdoba · informe técnico

El filial azulgrana, una orquesta afinada con la batuta de Thiago, aniquila al CCF con un impresionante dominio del balón · Cuando las piezas encajan, el 4-3-3 es una delicia

De Coz se adelanta en la acción a un jugador del filial azulgrana.
De Coz se adelanta en la acción a un jugador del filial azulgrana.
Raúl Díaz / Barcelona / Enviado Especial

02 de marzo 2011 - 05:02

El Córdoba venía de plantar cara al Rayo y el Celta y ganar al Xerez y el Cartagena. Rivales cualificados, candidatos al ascenso con futbolistas dotados para el toque y mucha dinamita arriba. Todos ellos con los mecanismos del 4-2-3-1, el sistema más extendido en el fútbol español. Sin embargo, el Barcelona B juega a otra cosa con ese 4-3-3 de la escuela holandesa instaurado por Cruyff y desarrollado por Rijkaard y Guardiola hasta rayar la perfección. Cuando está entonado, el filial también es imparable. El CCF sí le encontró las cosquillas en la ida, pero ayer se vio desbordado de principio a fin. Fue una oleada de llegadas, con Thiago erigido en el faro que lo alumbra todo, y la goleada se quedó corta. Sólo queda pasar página y pensar que, afortunadamente, sólo hay que visitar el Mini Estadi una vez en toda la temporada.

DEFENSA

El Barcelona B cercó la portería del Córdoba, parapetado en un 4-4-2 bastante sólido en la segunda vuelta -con la excepción de la visita a Vallecas-, desde el principio. El combinado blanquiverde trató de dificultar la salida de balón del rival con una presión avanzada, pero defender lejos de la portería era prácticamente imposible. Porque el combinado de Luis Enrique, con Fontàs descolgándose para ayudar al portero y los centrales y Thiago y Jonathan dos Santos apareciendo por aquí y por allá, triangulaba con una suficiencia insultante. Usero y Jorge Luque quedaron reducidos a cenizas ante el efectista estilo azulgrana. El abuso del toque, unido a la movilidad del tridente Edu Oriol-Jonathan Soriano-Tello y a la profundidad de los laterales, convirtió la primera mitad en un suplicio para los visitantes. Que salieron indemnes por la falta de puntería del filial y alguna intervención de Alberto García, profeta en su tierra.

Nada más arrancar el segundo periodo, Tello y Edu Oriol pudieron marcar el gol que sí logró Tello. Richy y Tena habían mostrado lagunas antes del descanso y bordearon el esperpento en una fase en la que el Barça B perforó el entramado defensivo una y otra vez. Los locales -léase el lateral Montoya, un ciclón que propició el 2-1- encontraron autopistas a la espalda de David de Coz y Camille, a remolque por la incapacidad de Usero y Jorge Luque para detener al filial en la zona de tres cuartos, donde se cuecen los pases definitivos. Thiago y Sergi Roberto ejercieron de asistentes en los dos últimos goles de la noche, con definiciones ejemplares de Soriano (por el palo largo) y Oriol (por el corto).

ATAQUE

Sin el balón, con Usero y Luque mareados por el talento de los medios contrarios y los hombres de banda más pendientes de no perder el sitio que de proyectarse, sacar tajada en el Mini Estadi pasaba por aprovechar cualquier robo para montar un contragolpe demoledor. Las mejores opciones se produjeron a raíz de comprometidos pases horizontales de Jonathan dos Santos, pero Oriol Riera o Arteaga no estuvieron atinados en unos centros que buscaban a Charles. El Córdoba ni siquiera tuvo opciones en la estrategia -la herramienta con la que desatascó el cruce de la primera vuelta- en el primer periodo, ya que no forzó saques de esquina ni faltas laterales.

El 1-0 parecía el principio del fin, aunque el equipo se levantó hasta crear dudas al hasta entonces imponente adversario. En la primera cabalgada de un lateral (Camille), Usero se presentó en la frontal y rentabilizó una segunda jugada. No obstante, el paso al frente duró muy poco, lo que tardó el bando de Luis Enrique en hilar fino de nuevo. Los cambios de Alcaraz (Jonathan Sesma, Fernández, Pepe Díaz) pretendían insuflar aire fresco en ataque, pero el 4-1 vino a sentenciar un partido que más bien fue un martirio.

VIRTUDES

El Córdoba sacó la casta tras el 1-0 e igualó. Hasta ahí llegó.

TALÓN DE AQUILES

El equipo no pudo contrarrestar el caudal de fútbol de Thiago, que se movió como pez en el agua en pos de un triunfo inapelable. Muchos blanquiverdes estuvieron muy lejos del nivel de los encuentros recientes.

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