"Con el míster lo tenemos claro"

Se fue Asen y su gran amigo Arteaga heredó el brazalete. Recién casado, titular sin debate, goleador... Pero el Córdoba lleva tres derrotas consecutivas y el club sufre para pagar las nóminas. En plena marejada, habla el capitán.

-Hoy tocaba volver a verse las caras. ¿Qué caras ha visto?

-Caras buenas, de saber que hay que corregir cosas, porque del partido del otro día nadie salió satisfecho. Les he visto con muchas ganas de trabajar, se ha visto en la intensidad del entrenamiento y en las ganas, que son siempre las mismas. Sobre todo, quieren cambiar las cosas tras la dinámica del último partido.

-¿Ahora mismo el problema es básicamente mental?

-Hay muchas cosas que influyen, pero el aspecto mental sí tiene influencia en el sentido de que hay que creer en una manera de trabajar, no nos debemos desviar, no debemos dejarnos llevar por aspectos externos al trabajo diario.

-¿Cómo está afrontando el grupo el apoyo del gabinete psicológico, esa nueva herramienta de la que disponen este año?

-La acogida ha sido bastante buena, sabemos que nos puede ayudar a conseguir cosas que uno solo quizá no puede. Cada uno lo afronta de una manera diferente.

-¿Coincide usted en que esta plantilla tiene más potencial que la del año pasado?

-Ya lo he dicho alguna vez. A priori todos pueden pensar que hemos dado un salto de calidad, pero soy de las personas que piensan que esas cosas hay que refrendarlas en el campo, y hasta el momento no lo estamos haciendo. Por lo tanto, creo que este año hemos ganado cosas, pero también hemos perdido muchas cosas que teníamos buenas el año pasado.

-El cementerio está lleno de valientes; fíjese en el Tenerife, por ejemplo (el equipo canario ha perdido todos los partidos y Arconada fue destituido el lunes). Cuando uno empieza mal cuesta mucho salir de ahí.

-Sí. Al principio de temporada todos los equipos pretenden no entrar en esa situación, como ocurre con el Tenerife. Pero es diferente, porque el Tenerife viene de descender y su situación es bastante complicada. Nosotros queríamos empezar de la mejor manera posible, puntuando, pero no se ha podido dar. Pero uno siempre tiene que pensar que son 42 jornadas y sobre todo hay que tener un estilo de juego y una manera de afrontar el trabajo diario, y nosotros con el míster lo tenemos muy claro.

-El equipo estuvo romo contra el Xerez. ¿Cree que es una cuestión de falta de confianza después de las buenas actuaciones sin premio ante el Rayo y el Celta?

-No, creo que se dieron circunstancias que no ayudaron a mantener un nivel durante todo el partido. Creo que el gol nos hizo daño psicológicamente y en la segunda parte no afrontamos bien el partido. Nosotros no hicimos las cosas como las veníamos haciendo, nuestra manera de jugar, y eso fue lo que provocó que no tuviéramos una identidad en la segunda parte.

-También hay quien habla de que carecen de fondo físico. Sin embargo, las dos eliminatorias de Copa contradicen esa teoría.

-No, no creo que sea un tema físico. Creo que el otro día el equipo no se encontró mal físicamente, simplemente remar mucho con un marcador en contra no te favorece, y la semana pasada no afrontamos la segunda parte con nuestras señas de identidad.

-Los más rebuscados insinúan incluso que no rinden porque no les pagan en tiempo y hora. Malas lenguas.

-(Amaga con reír con un gesto de incredulidad) No. Creo que el futbolista, como cualquier otro profesional en su trabajo, se debe a hacerlo lo mejor posible. En ese aspecto, el club está tratando de sacar ese dinero de cualquier sitio, nos tienen muy informados, sabemos de las dificultades que están teniendo. Creo que la gente está tranquila. Es cierto que a todos nos gustaría cobrar a principios de mes, pero sabemos que en el fútbol eso es algo que no se da casi nunca. La gente que lo ve de puertas hacia fuera cree que siempre se paga bien. Pero no, algunos lo hemos vivido muy asiduamente, aunque aquí no, por suerte. Pero creo que en ese aspecto somos lo suficientemente profesionales como para saber que nos debemos al trabajo diario y que las cosas se van a arreglar.

-¿Hasta qué punto afecta en el vestuario y en el campo?

-La gente se está abstrayendo bastante bien de ese tema, no se está tocando mucho. Está claro que a todos nos gustaría tener el dinero cuanto antes en el banco, pero se está llevando bien, estamos al tanto por la transparencia del club. Nos están informando de cada paso que están dando. Queremos que se solucione cuanto antes esta situación, pero doy por seguro que a mí, y a todos con los que he hablado, no nos está influyendo ese aspecto.

-¿Tan crítica es la situación?

-Nos han dicho que están buscando todas las soluciones que están a su alcance, pero que ahora mismo no tienen abiertas todas las puertas que les gustaría. No han tomado una decisión porque les está costando, la situación no es tan boyante como les gustaría, no están pudiendo conseguir los ingresos que les gustaría.

-El Recreativo es el último club en acogerse a la Ley Concursal. En el Córdoba sostienen que es la última salida, pero también hablan de competencia desleal, de estar en inferioridad de condiciones con respecto a otros muchos. La crisis nos está ahogando.

-Estoy de acuerdo con el club. Algunos están tomando la salida más fácil, otros quizá no tienen más remedio para mantener el club a flote. El Córdoba está haciendo un esfuerzo grandísimo con su política de no entrar en un concurso de acreedores, y por lo tanto es digno de elogio. Se están viendo en tantísimas dificultades por no querer llegar a ese punto. Nunca se sabe cómo pueden acabar estas situaciones.

-Como capitán se está comiendo muchos marrones. ¿Pesa el brazalete?

-No, para nada. La verdad es que me siento muy cómodo. Sabía que había una responsabilidad, desde principios del año pasado hay unas circunstancias que a ningún jugador, no sólo como capitán, le gustan, pero todo este tipo de situaciones te hacen más fuerte. A mí personalmente me hacen más fuerte, estoy aprendiendo mucho de esto y lo llevo lo mejor posible, y sobre todo quiero que el grupo se sienta bien y sepa cómo funcionan las cosas, cómo tanto el club como nosotros queremos que funcionen las cosas. Creo que hasta el momento estoy cumpliendo.

-Es su primera temporada como casado. ¿Qué tal? ¿Me recomienda el matrimonio?

-Sí, sí. Estoy muy bien, muy a gusto, encantado con la situación. Mi mujer también está muy adaptada a la ciudad después de tantos años. Hay que disfrutarlo.

-Entre lo personal y lo futbolístico, ¿siente que ha alcanzado la madurez?

-En lo humano, no. Siempre hay mucho que aprender cada día, y con la situación que estoy viviendo dentro del club creo que soy muy diferente a cuando llegué a Córdoba, y creo que voy a seguir madurando y creciendo, porque me queda mucho por aprender. En el aspecto futbolístico, si una persona quiere ser cada vez mejor y conseguir grandes objetivos, también tiene que ir creciendo, y hay que tener la intención de que esa madurez siga creciendo. Llega un punto en el que ves las cosas mucho más claras, pero siempre hay que seguir mejorando.

-En el campo ha empezado con buen pie: indiscutible como interior derecho y pichichi con tres goles, dos en Liga y uno en Copa.

-Estoy contento con esos números, pero quiero seguir mejorando, quiero seguir creciendo, y me tengo que autoexigir mucho más. Me gustaría mucho más no llevar ningún gol y que el equipo hubiese ganado todos los partidos. Puede sonar a tópico, pero es una realidad: cuando un grupo va bien, cuando un equipo va bien, el aspecto individual siempre crece. Y cuando todos vamos sumando un poquito, si lo hacemos bien, el colectivo siempre lo hace mucho mejor.

-Acaba contrato el año que viene. ¿Cree que necesita hacer una buena campaña para ganarse la renovación o en los cuatro años anteriores ha amasado el crédito suficiente?

-El fútbol es el día a día, no entiende de pasado. Según como uno vaya rindiendo en la temporada, se podrá hacer una cosa u otra, pero yo no pienso en eso. La gente debe decidir en ese tipo de cosas y verá si los cuatro años anteriores valen para tomar una decisión.

-Por entonces tendrá 29 años. ¿Será el Córdoba su primera opción o se ve con posibilidades de firmar un último gran contrato en otro sitio?

-Imagino que todo eso lo dirá el transcurso de la temporada. Yo estoy muy a gusto en Córdoba, me siento muy querido por todos. A todos nos gusta estar el máximo tiempo posible en un sitio, pero ahora mismo es complicado que un jugador, como yo, esté cinco años en el mismo sitio.

David Pérez Arteaga

Nacido en Sevilla el 1 de diciembre de 1981, a sus 28 años ya ha vivido mucho. Por supuesto, su carrera como futbolista no se entiende sin el Córdoba, donde va camino de cumplir un lustro con mucho lustre. Ya renovó una vez y para seguir vistiendo de blanquiverde deberá volver a ampliar un contrato que expira el 30 de junio del año que viene. Con la marcha de Asen, Arteaga y Javi Flores son los únicos supervivientes del último ascenso, los héroes de El Alcoraz que han echado raíces. David se formó en la cantera del Sevilla, alternando el filial y el primer equipo de 2000 a 2003. Jugó un año en Segunda con el Recreativo y lo pasó mal en el ejercicio 04-05, ya que no brilló en el Atlético de Madrid B y en el mercado invernal recaló en un Algeciras acuciado por las deudas y que descendió. Relanzó su trayectoria en el Écija, con el que dejó su sello en la Liga 05-06 marcando en El Arcángel en la última jornada. A partir de ahí, todos sus goles han llegado con la camiseta del CCF: en cuatro campañas y pico ha aportado 28 tantos en 140 partidos de Liga (incluidos los cuatro del play off de 2007). Y siempre ha sobresalido como asistente con el número 7 en la espalda.