"En dos meses quiero estar dando guerra"

"En dos meses quiero estar dando guerra". Guzmán Casaseca, herido de gravedad tras la última batalla, ya piensa en volver. El interior diestro del Córdoba será operado hoy de la fractura en el tercio medio del húmero izquierdo que se produjo en el choque contra el Zaragoza, al caer mal como consecuencia de una entrada de Generelo para abortar un contragolpe. Nunca es buen momento para lesionarse, y en su caso menos: estaba alcanzando su nivel óptimo y al equipo le venía de perlas su verticalidad por el costado derecho. Si la intervención quirúrgica no se complica, el pacense volverá a estar a disposición de Luna Eslava en abril, con la Liga en su punto justo de ebullición.

Guzmán entrará en el quirófano a las 15:00. Ayer por la tarde no ocultaba sentirse "un poco fastidiado. Tengo un poco de dolor, pero más dolor tengo porque ahora estaba entrando en el equipo. Tengo el hueso roto y la zona dolorida, pero se puede aguantar". El malestar por su situación queda mitigado por las continuas visitas de "compañeros, amigos, aficionados... De todo un poco. Gracias a Dios, tengo aquí a la familia y estoy arropado por los míos. En estos momentos te gusta que la gente que te quiere esté contigo. Tengo suerte por ello".

En principio, una fractura de húmero como la suya requiere un periodo de convalecencia de unos tres meses. Sin embargo, el centrocampista desea acortar los plazos. "Me han dicho que una persona cualquiera haría vida normal en un mes o mes y medio, pero por ser futbolista debo estar más tiempo parado. El cirujano que me va a operar me ha dicho que he tenido suerte, porque es una fractura limpia, en teoría sencilla de operar. Para operar no va a haber ningún problema. Dicen que son dos o tres meses, según la recuperación; yo quiero pensar en dos meses o dos meses y medio. Si tengo que estar tres, pues estaré tres. Del mal, el menos, porque pensaba que me iba a perder toda la temporada. Espero llegar bien a los dos últimos meses de la temporada; al ser una lesión en el brazo, no en la pierna, voy a empezar a moverme mucho antes", explicó.

Esta campaña, como las dos anteriores, Guzmán estaba yendo de menos a más. Ya fue un pilar en el ascenso de 2007 -nadie olvida su golazo al Huesca- y en la permanencia del año pasado, y en el presente curso venía trazando una trayectoria similar. Sobre todo, 2009 le había sentado de maravilla: titular en casa contra la Real Sociedad y el Zaragoza, aunque entre medias no viajó a Las Palmas por acumulación de amonestaciones. "Quiero acabar como el año pasado. Me estaba encontrando muy bien. La pena es que, cuando mejor está uno, pasa una desgracia. Pero son cosas del fútbol. Ahora tengo que animar a mis compañeros en la medida que pueda. Seguro que la plantilla tira para delante", señaló.

El Arcángel degustó una prestigiosa victoria el pasado sábado. El Zaragoza sucumbió por el gol de José Vega, protegido con uñas y dientes por un bloque en inferioridad numérica desde el minuto 59 por la expulsión de Javi Flores. El extremeño ya "lo venía diciendo: el equipo estaba trabajando muy bien. Quien viera los entrenamientos sabía que el equipo iba a más, y lo estamos demostrando. Ya ante la Real Sociedad vimos que el equipo hizo un muy buen partido, en el que al final pudimos empatar, e incluso pudimos ganar. El día de Las Palmas no estuve por tarjetas, pero por lo que me han contado se pudo haber ganado. Y ante el Zaragoza hicimos un partido muy completo, sobre todo en la primera parte. Y en la segunda, con unos menos, aguantamos bien. Vamos a más".