Un mes para alimentar la esperanza

El Lucena dejó atrás el pasado domingo dos semanas frenéticas en las que ha medido fuerzas con tres rivales de la zona alta. Un tourmalet del que los aracelitanos han salido con el triste bagaje de un punto cosechado, justo después de la que fue su primera victoria del curso. Sin embargo, nadie en la entidad lucentina tira la toalla porque el calendario concede una tregua. Más que eso, ofrece al equipo entrenado por Falete la oportunidad de medirse a rivales que comparten su mismo objetivo, con los que realmente se jugará la salvación. Y el siguiente mes puede ser clave en pos de esa meta, pues el Lucena se medirá en apenas 30 días a cinco equipos de la zona media y baja de la clasificación, todos ellos con las miras puestas en repetir temporada en Tercera el curso que viene.

El paseo por las alturas de las tres últimas semanas ha dejado malparado al Lucena. Tres duelos ante el Córdoba B (segundo clasificado), el Ceuta (tercero) y el San Roque (séptimo) en los que el equipo entrenado por Falete sólo ha logrado sumar un punto, merced al empate sobre la bocina conseguido el pasado domingo en el Ciudad de Lucena en la visita de los gaditanos. Una mala dinámica que sepultó la primera victoria del curso (1-0 ante el San Juan) conseguida justo antes de encarar esa parte más dura del calendario.

Ahora, la competición ofrece al Lucena un mes para alimentar sus esperanzas de salvación, con hasta cinco partidos en 30 días ante rivales de su misma liga. El propio club, a través de sus redes sociales, ya dejó claro nada más terminar el partido del pasado domingo ante el San Roque que el enfrentamiento ante el Conil del próximo domingo (Municipal Pérez Ureba, 12:00) será un partido trascendental. Y no es para menos porque el conjunto gaditano es el que ahora mismo marca la frontera del descenso, con seis puntos y un partido más que el Lucena. Una oportunidad única para reengancharse a la pelea por la permanencia a costa de un rival inmerso de lleno en la pugna.

Después del duelo ante el Conil, el Lucena recibirá a Los Barrios en la jornada 17, un equipo que marcha noveno clasificado pero con el objetivo de la permanencia como única ambición, pues su plantilla no parece capacitada para luchar por la zona noble de la tabla. Posteriormente, el Lucena afrontará otra salida clave, la visita a la Lebrijana en la jornada 18, rival que precede a los aracelitanos en la tabla con tres puntos de renta. Y para recuperar el ritmo de la competición, el equipo entrenado por Falete disputará por fin, el 5 de diciembre, el choque aplazado ante el Arcos de la jornada 7, otro equipo de la zona media-baja. Los lucentinos cerrarán 30 días frenéticos y cargados de importancia para su futuro recibiendo al Cabecense, un enemigo de media tabla que en el feudo aracelitano debe estar al alcance de los celestes.

Ese es el futuro competitivo a corto plazo de un Lucena que sólo suma 8 puntos y es penúltimo en la tabla, pero que todavía no tira la toalla en la lucha por la permanencia. Desde luego, el calendario ofrece ahora argumentos para seguir creyendo, aunque el margen de error de los aracelitanos tampoco es demasiado holgado. El mes de la esperanza para el Lucena arranca el domingo en Arcos y Falete perderá a Jesús Robles por sanción (vio ante el San Roque su quinta amarilla) y deberá estar pendiente a la evolución de la lesión de Miki. Más contratiempos que, por desgracia, ya no son novedad en un equipo acostumbrado a vivir en el alambre.