Una lección para Florentino

La sección de básket, en cuya gestión apenas interviene por desinterés, contrasta con el fracaso en el fútbol, llevado de manera presidencialista

Alberto Bravo (Dpa) Madrid

26 de junio 2015 - 05:02

El baloncesto le dio al Real Madrid esta temporada la gloria que no le entregó el fútbol, abriendo el debate sobre la efectividad de dos modelos de gestión divergentes dentro de un mismo club.

La sección de baloncesto del Real Madrid culminó el miércoles la mejor temporada de su historia al ganar la Liga Endesa, que se añadió a las anteriores conquistas de la Copa de Europa, la Copa del Rey y la Supercopa de España.

Fue un póquer de títulos espectacular de la mano de un equipo que enamoró y en el éxito incluyó un aspecto simbólico vital al ganar la Liga en la cancha del Barcelona, al que destrozó por un global de 3-0.

Muy diferente es lo que ocurrió con el fútbol, que se quedó sin títulos importantes. El presidente del club, Florentino Pérez, asumió implícitamente el fracaso de la temporada con la destitución del técnico italiano Carlo Ancelotti. Tal situación se vio agravada por el éxito arrollador del Barcelona, que ganó Liga de Campeones, Liga BBVA y Copa del Rey para convertirse en el primer equipo de fútbol en ganar dos tripletes en toda su historia.

"Como las alegrías de unos son las desgracias de otros, y viceversa, la hegemonía madridista toma una dimensión espectacular. En fútbol ha ocurrido algo parecido, pero al revés", opinó el diario Marca.

El Real Madrid forjó el éxito del baloncesto de la mano de unos gestores implicados en la búsqueda de la perfección de un modelo que aunó talento, jugadores con los que identificarse y un juego atractivo de la mano de un técnico tan valiente como Pablo Laso.

Así, el Palacio de los Deportes recuperó el brillo de antaño con una hinchada que llenó el recinto bajo el señuelo del atractivo espectáculo que se proponía cada semana.

Al frente se sitúan el brillante ex jugador Alberto Herreros y el director de la sección, Juan Carlos Sánchez, responsables de armar un plantel que combinó talento y carácter.

A virtuosos como Sergio Llull, Sergio Rodríguez, Rudy Fernández, Felipe Reyes o Jaycee Carroll, se añadieron entre otros hombres tan fundamentales como el argentino Andrés Nocioni, el mexicano Gustavo Ayón o el lituano Jonas Maciulis, que insuflaron enormes dosis de carácter, decisivos ambos en las conquistas de los títulos.

"Este equipo gana, pero además gusta, llena, entusiasma. Se ha ido construyendo con paciencia, desde la buena mano de Juan Carlos Sánchez y Alberto Herreros, fichando con sentido, rectificando con orden, respetando al entrenador", expuso el diario As.

Esta forma de actuar contrasta poderosamente con la sección de fútbol, dirigida de forma personalista por un Florentino Pérez que, sin embargo, apenas interviene en el baloncesto, un deporte que no le entusiasma a pesar de que se proclame seguidor de los Boston Celtics de la NBA. Ni siquiera estuvo el miércoles en el Palau Blaugrana viendo a su equipo completar la mejor temporada posible.

El diferente modelo de gestión presenta hoy un poderoso contraste, aunque el debate permanece abierto si se contempla lo ocurrido la pasada temporada. Con idénticos preceptos, entonces el Real Madrid de fútbol gan'ó la Liga de Campeones y la Copa del Rey, mientras en baloncesto se quedó únicamente con la Copa del Rey después de caer en las finales de la Copa de Europa y la Liga.

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