"Los jugadores están afectados, es bueno que esto les duela"

"Hemos perdido en diez minutos", se lamentaba Paco Jémez, quien mostró su preocupación por el estado del equipo -"afectados, sí, pero no hundidos"- y expresó su perplejidad por el modo en que había transcurrido un partido que, a su juicio, estaba controlado. "Los goles han llegado cuando mejor estábamos jugando, y no había sensación de que el Hércules pudiera hacer dos. Ahí hemos tirado el partido. Lo que hemos hecho después ha sido arriesgando demasiado, quitando gente de atrás. Así hemos conseguido meterles el miedo en el cuerpo, pero tal y como estábamos jugando nosotros y el Hércules, nosotros no podemos dar una ventaja de 2-0", relató.

"Cometemos muchos errores, pero en cuanto a la entrega y la actitud no se les puede reprochar nada; al revés, en algunas ocasiones nos ha pasado factura", indicó Jémez, quien volvió a aludir a esos "detalles" que les están haciendo tanto daño. "Tenemos un equipo que derrocha ganas y profesionalidad, pero mientras no arreglemos esos pequeños errores vamos a estar sufriendo hasta el final", argumentó.

¿Y el futuro? Paco fue claro: "No me consuela que los de abajo pinchen, porque llevamos dos partidos con derrota y no podemos estar pendientes de los demás, porque tarde o temprano harán sus tareas y sumarán. Los demás no van a fallar siempre, y si ya estamos pendientes de que los demás fallen, vamos a llegar con mucho sufrimiento al final".

El entrenador cordobesista se lamentó por la oportunidad perdida en el Rico Pérez, un campo propicio. "Es la dinámica que llevamos desde que empezó la Liga. Nosotros nos hemos ido empatando o perdiendo de campos en los que el contrario ha tenido sólo una oportunidad. Cada vez que nos llegan, nos marcan, y lograr que un equipo no te haga ninguna ocasión es muy complicado".

Argumentó que los cambios fueron para dar la vuelta al resultado. "Hemos metido más gente arriba para buscar un rebote o un rechace en una jugada aislada, y en la segunda parte el equipo ha tenido valentía y ganas".

"La gente está mal. No están hundidos, pero sí afectados, y es bueno que les duela. Pero esto ya no tiene arreglo. Lo que sí lo tiene es la próxima salida a Castellón. Nos quedan once partidos y tenemos que intentar sacar los puntos que nos hacen falta para estar tranquilos", resumió el cordobés.