"No me iré sin hacer ruido..."

Daniel Pastor, uno de los dos administradores del Córdoba, fue muy claro ayer. Dentro de la primera plantilla hay varios futbolistas de los 15 con contrato en vigor que podrían salir del club y otros que no continuarán a no ser que rebajen su caché. Así, hasta "siete u ocho". La decisión podría incluso motivar la declaración de un ERE, siempre después de ofrecerle primero a cada uno de los implicados la carta de libertad para negociar con otros clubes.

Todo apunta a que, teniendo en cuenta su sueldo y su escaso rendimiento en la pasada temporada tanto a Raúl Navas como a Agus y Usero se les ha colocado ya el cartel de transferibles. A ninguno de ellos se les ofrecerá, ni tan siquiera, la posibilidad de negociar sus contratos a la baja, algo que sí está dispuesto a hacer la entidad con otros de sus compañeros.

En este otro grupo de futbolistas que con total seguridad serán llamados a reconvenir sus condiciones contractuales hay varias situaciones muy diferentes. Por un lado están los casos de Juanmi Callejón y David de Coz, quienes tuvieron una participación muy destacada la pasada temporada y, al no tener un especial arraigo en la ciudad, podrían tener ofertas de otras latitudes a las que acudir si no desearan rebajar sus ingresos.

Unas circunstancias muy diferentes vivirían Gaspar, Javi Flores y Alberto Aguilar, cuyas raíces cordobesas pesarían en la balanza a la hora de decidir entre ganar un poco menos y tener una mayor estabilidad. En los tres casos (sobre todo en la de Javi Flores, que es el más joven) una opción factible sería una ampliación del contrato como contraprestación de una previsible disminución de su salario.

Las primeras voces discrepantes sobre la hoja de ruta marcada por el club llegan, como no podía ser de otra forma, de los que se han visto incluidos en la lista negra de Juan Luna Eslava. Raúl Navas apuntó ayer en Punto Radio que la noticia "ha sido una sorpresa para mí y, creo, para los trescientos mil habitantes de Córdoba. Es la última noticia que podía recibir aquí en Cádiz. Podría entender que si hubiera seguido Lucas Alcaraz hubiera llegado a esta situación porque no he contado en estos últimos meses, pero con la llegada de Juan no me lo esperaba".

El cancerbero gaditano, que ya mantuvo contactos con el Cádiz para su regreso, se mostró molesto porque "hemos sido nosotros los que hemos tenido que llamar al club para enterarnos de la situación". Y avisó: "No me voy a ir sin hacer ruido, porque el fútbol está muy malo. El 11 de julio estaré en Córdoba y, si no tengo que seguir en club no seguiré, pero después de una negociación".

Algo más tranquilo estaba Gaspar, que reconoció desde su retiro vacacional que "todavía no se han puesto en contacto conmigo", aunque "con lo que estoy leyendo estarán hablando con todos". Añadió el zaguero que "tengo mi año de contrato, así que cuando esté allí en Córdoba se hablará". Confesó ser "consciente de la situación del club" y al estar "muy contento", confía en no tener problemas para continuar "siempre que ellos también se preocupen de los futbolistas". Lo que no le parece bien es que se llegue a la medida del ERE: "Eso tampoco lo veo así. Ellos tendrían que hablar con el jugador y buscar lo mejor para ambas partes, aunque está claro que vivimos momentos complicados y una situación económica muy difícil".

De igual manera se manifestaba Alberto Aguilar, al que también podrían afectarle los recortes para adaptar al CCF a su nueva realidad económica. El mediocentro tampoco sabía "todavía nada" y recordaba: "Yo qué sé, para empezar... llevamos cuatro meses sin cobrar. Lo más importante sería eso de primeras. Lo primero sería que abonasen esas cantidades". Un posible despido "ya son temas mayores. No se si pretenderán llegar a esos extremos, ni sé lo qué va a pasar hasta que no llegue el momento". Así que de momento "tendremos que esperar". Así están todos sus demás compañeros: a la espera de que suene el teléfono, al otro lado aparezca Luna Eslava y reciban noticias de primera mano.