Los otros héroes

Un monje jinete, un seminarista con stick o un simpático remero de Níger: los héroes exóticos de los Juegos Olímpicos de Londres comparten protagonismo con las grandes estrellas.

El país anfitrión de Londres 2012 no puede presentar ninguna atracción como Eddie the Eagle Edwards, el famoso saltador de esquí. Pero no faltan tipos como el nadador Eric Moussambani, de Guinea Ecuatorial, que en la prueba de 100 metros libres de Sidney 2000 casi se ahogó.

Uno de los más curiosos participantes olímpicos es el jinete japonés Kenki Sato, que prosigue una tradición de su familia que se remonta a 400 años: ser monje. "Es el número 26 de su familia", cuenta el campeón mundial y flamante campeón olímpico, el alemán Michael Jung, con quien Sato entrena desde hace 11 meses.

Igual de curioso es el caso de Carlos Ballbe, miembro del equipo español de hockey y a la vez seminarista. Con 27 años, su historia es una enseñanza. Tercera generación de una familia dedicada al stick, su vida dio un vuelco cuando vio la luz y decidió dedicarla a Dios. Se confiesa fiestero en su juventud, tanto que fue expulsado de la selección catalana en edad cadete. Litus, como lo conocen, triunfaba en el Terrasa, pero no era feliz. Hizo una promesa cuando no iban bien las cosas en la selección sub 21... y ahí cambió todo. Peregrinó hasta Medjugorje, pueblo entre Bosnia y Croacia donde la tradición decía que se había aparecido la Virgen. Hizo dos visitas más a Medjugorje y el hockey iba quedando en segundo plano, alternado con estudios de Teología en Pamplona. Se perdió Pekín, pero apareció Londres, parada para Ballbe antes de seguir sus estudios en Bélgica.

Por su parte, Hamadou Djibo es considerado como un campeón olímpico. Cuando el remero de Níger se aproximaba a la línea de meta, los 25.000 espectadores a orillas del lago Dorney se levantaron de sus asientos y le dedicaron prolongados aplausos. Y eso que el africano terminó a minuto y medio del vencedor.