"Me gustaría estar aquí muchos años, pero eso no lo marco yo"
ENTREVISTA · JAVI MORENO
Javi lo tiene claro: la semana que viene quiere conocer la postura del club sobre su futuro más allá de junio. A bote pronto, ensalza la gestión de Paco y apunta ýla unión y el trabajoý como pilares para la permanencia
Concertamos una charla con Javi Moreno, santo y seña del cordobesismo. Son casi las 19.00 porque por la mañana ha viajado a Sevilla para hacerse unas plantillas. El equipo necesita sus pies, y su cabeza, y su alma. Mientras habla, con ese talante enérgico y decidido, Arthuro pasa al lado –comparte bloque en pleno Vial Norte con el brasileño– y ambos se saludan. Finalizada la entrevista nos invita a un tentempié –paga él– y queda con Asen para visitar a Fernando López, portero del filial que acaba de ser operado. El pasado domingo, Javi se hizo centenario con el Córdoba y lució con orgullo el brazalete. Su contrato expira el 30 de junio y él quiere quedarse, por lo que la semana que viene pedirá audiencia con el director deportivo, Emilio Vega. El club tiene la palabra. De momento, ahí van las suyas, sin desperdicio. Es un tío único.
–Hola, capitán intrépido. ¿Cómo está el ánimo tras dos derrotas consecutivas en casa y una sola victoria en once jornadas?
–Mal, porque siempre buscas ganar y que las cosas vayan mejor. Pero las cosas no están saliendo y esperemos que cambien, cojamos dos o tres buenos resultados y nos tranquilicemos todos un poco.
–El próximo domingo, partido espinoso en Tarragona. ¿Perder sería catastrófico?
–No sería catastrófico ni nada. Nos acercaríamos más a los puestos de abajo y correríamos mucho más peligro, pero esto es fútbol, esto es muy largo y todavía quedan muchas jornadas. Hemos jugado contra dos muy buenos equipos y es normal lo que ha pasado.
–Visto lo visto, ¿firma la permanencia en la última jornada?
–Prefiero firmarla cuatro o cinco jornadas antes para estar más tranquilo, pero si me la aseguraran, la firmaría, por supuesto.
–¿Qué o quién tiene la culpa de este declive?
–No se trata de echar la culpa a nadie. Ha sido un cúmulo de cosas: lesiones, sanciones, jugar contra muy buenos equipos... Las cosas se han complicado, pero lo importante es estar tranquilos, trabajar y esforzarse al máximo para dar la vuelta a esto.
–¿Y qué debe hacer el Córdoba para que no irse a pique?
–No hay que sacar las cosas de quicio. Está claro que estamos pasando por un mal momento, pero hay equipos que están peor que nosotros. Hay que estar tranquilos. La única cosa que te va a sacar de aquí es la unión y el trabajo. Si no hay trabajo y no hay unión, es muy difícil, pero estamos tranquilos: en el vestuario hay unión y el trabajo lo vamos a poner, está claro.
–¿Qué valoración hace de la labor de Paco Jémez? ¿La inexperiencia le está pasando factura?
–No. El míster hace todo lo que tiene que hacer y es un entrenador sensacional, que está haciendo las cosas lo mejor que puede. Y si las cosas están yendo por donde están yendo, la culpa no es de él. El entrenador tiene parte de culpa, pero él dirige, manda, y luego los que estamos en el campo somos nosotros. Los que perdemos somos los que estamos dentro del campo.
–En lo personal, ¿qué tal se lleva con el entrenador? ¿Es Paco un técnico tan cercano como parece, que dialoga y va a muerte con los suyos?
–Sí. El míster es así con todo el mundo, con toda la gente que está en el vestuario, el cuerpo técnico, los jugadores, la gente del material... No tiene ningún problema con nadie, y nosotros estamos muy contentos y orgullosos.
–Usted es un referente en el vestuario. ¿Habla más que los demás, siente que su opinión tiene más peso que la del resto?
–No hablo para tener más o menos peso. Cuando me dirijo a alguien es para mejorar. Yo no busco el egoísmo, y creo que lo he demostrado el tiempo que llevo aquí: todo lo que he hecho ha sido por el bien del equipo y el club. Si hubiera buscado el egoísmo, habría actuado de otra manera. En ese sentido, estoy muy tranquilo.
–La pasada temporada repitió por activa y por pasiva que la fórmula mágica era la unidad del grupo. Sé lo que me va a contestar, pero se lo pregunto: ¿se ha resquebrajado un tanto esa sintonía o los malos resultados han acentuado aún más la cohesión?
–Los malos resultados afectan al grupo, igual que cuando el equipo gana. Pero eso no debe llevarnos a no estar unidos y no ir todos a por el mismo objetivo. Los malos resultados no pueden provocar que haya cosas raras en el vestuario. Hay que buscar el lado positivo y remar todos en la misma dirección.
–Lo cierto es que se agota el mercado invernal y Emilio Vega ha admitido la conveniencia de traer refuerzos. ¿Qué puntuación da a la plantilla actual?
–Soy de los que piensan que, al final de la primera vuelta, la gran mayoría de gente habría firmado los puntos que hemos hecho. Antes de empezar la Liga, dices 26 puntos en la primera vuelta y 26 en la segunda, y todo el mundo los habría firmado. En la primera vuelta, el equipo ha cumplido con lo que tenía que hacer. Le doy un aprobado raspado. Si es verdad que podríamos haber estado mucho más arriba, haber conseguido muchos más puntos y estar en una situación más tranquila, pero esto es fútbol y pasan estas cosas.
–¿Y qué análisis hace de sí mismo? ¿Qué le da Javi Moreno al Córdoba, y qué le puede dar?
–Yo le daría muchas más cosas, mejoraría muchas cosas. Todo lo que hecho y dicho no ha sido por egoísmo, tengo la cabeza muy bien amueblada. Mi valoración es la de un trabajador que quiere el bien para el club y para la ciudad, y sobre todo para el vestuario, para las personas con las que estoy trabajando todos los días.
–Le voy a ser sincero. El pasado domingo, desde la grada, mi padre le notó falto de confianza y creatividad. ¿Qué le diría?
–Falto de confianza no estoy, porque siempre que salgo al campo pienso que soy el mejor. En todos los equipos en los que he estado, una de las motivaciones al saltar al campo es pensar que soy el mejor, aunque luego haya sido un desastre. Sí es verdad, y no lo voy a ocultar ni me voy a engañar, que llevaba 20 días sin entrenar ni competir. Un futbolista, sin lleva 20 días parado, se nota. Y más yo que soy un jugador corpulento, pesado, que necesita estar entrenando continuamente y jugando partidos para encontrarme más ágil y más suelto.
–¿Hasta qué punto le están perjudicando las lesiones?
–La lesión no ha sido grave, pero me ha cortado por la mitad. Ahora estoy sufriendo, y es difícil. Pero es lo que tienen los futbolistas: cuando llega una lesión y paras 20 días o un mes, luego tienes que hacer todo lo posible para tratar de llegar en las mejores condiciones.
–Asen ha marcado siete goles en la Liga; usted, cinco; Arthuro, tres, y Julio Pineda, ninguno. ¿Necesitan otro punta? ¿Y otro central?
–Yo no soy nadie para responder a esa pregunta. Pero si te puedo decir que si llega un delantero, un defensa o lo que sea, lo único que quiero es que venga a ayudar y a aportar su trabajo y su esfuerzo para sacar esto adelante. Yo tengo mi opinión, pero eso lo tienen que decir los que tienen que firmar.
–Dejemos por un momento el presente y miremos al futuro. En septiembre cumplirá 34 años. ¿Le queda cuerda para rato o va llegando el momento de pasar más tiempo en el sofá?
–Yo quiero seguir jugando. Mientras la cabeza funcione, estoy tranquilo. Puedo estar en el campo y seguramente sea el que menos corra, pero tengo otras cosas: sé colocarme, sé aprovechar los espacios, sé hacer movimientos... Mientras eso no lo pierda, seguiré jugando; el día que lo pierda, diré basta. Pero de momento me siento muy contento, porque creo que estoy aportando al equipo. No sé si mucho o poco, pero cuando salgo al campo intento darlo todo y mirar por el bien del equipo, no por el bien mío.
–Semanas atrás declaró que quería conocer su futuro a finales de enero para maniobrar en consecuencia. Pero nadie del club le ha llamado, ¿verdad?
–No. Ahora no es momento de hablar, porque el equipo está en una situación difícil. Ya dije que conforme se cerrara el mercado de invierno me gustaría saber mi futuro. Me voy a informar de qué es lo que pasa conmigo.
–¿Entiende que Emilio Vega esté más pendiente de los fichajes invernales que de las renovaciones para la próxima campaña?
–Por supuesto. Ahora mismo su obligación es ésa. Hasta que no se cierre el mercado de invierno, ni pregunto ni dejo de preguntar.
–Revéleme sus sensaciones. ¿Se ve más fuera que dentro a partir del 30 de junio?
–Ni me veo fuera ni me veo dentro. Sólo puedo decir que hice un contrato aquí de tres años, y si la gente del club no ve conveniente que yo continúe, no pasa nada. Me iré satisfecho, contento, con la cabeza bien alta, porque he cumplido el objetivo que quería.
–A usted, que vive el fútbol tan intensamente, le resultaría doloroso despedirse de una afición que lo tiene en un pedestal...
–No ha llegado el momento. Ya he dicho que me gustaría estar aquí muchos años, pero eso no lo marco yo.
–En cualquier caso, gracias por darnos tanto. Ojalá todos los piratas fueran como usted.
–Vine aquí hace casi tres años buscando un objetivo, y mucha gente me decía que estaba loco, que cómo venía a Segunda B, que cómo venía aquí... Barbaridades que se decían por ahí del Córdoba. Pero lo dije bien claro: me iba a una ciudad donde tenía amigos y con el objetivo de ascender, independientemente de otras cosas. El día que me vaya me iré satisfecho, porque he conseguido lo que quería.
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