Con garra y oficio, aunque sin fortuna

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El delantero madrileño estuvo muy activo, pero careció de acierto · El balear echó en falta más apoyo en la vanguardia

Antonio Del Castillo / Córdoba

13 de octubre 2008 - 05:02

Voluntariosos pero poco más. Así se mostraron Asen y Víctor Casadesús en la tarde de ayer sobre el césped de El Arcángel. El primero gozaba una semana más de la confianza de José González y buscaba su tercer gol consecutivo, pero no lo encontró, mientras que el balear tenía ante sí una oportunidad para reivindicarse en la punta de lanza del Nàstic, haciéndole sombrar al goleador Moisés, mas tampoco se mostró acertado. Cierto es que el cordobesista creó más peligro que su rival.

Los primeros compases sirvieron para confirmar lo que era un secreto a voces: César Ferrando iba a apostar por un solo delantero. Así, Víctor hizo la guerra en solitario, sin apenas apoyos. En el minuto 4 cazó, pero sin peligro, un centro desde la banda derecha de Redondo.

La respuesta blanquiverde llegó por parte de Asen, quien perdonó en el área pequeña un servicio desde el carril diestro de Cristian Álvarez... en un saque de banda. El madrileño se mostró muy dinámico, buscando el desmarque continuamente entre los zagueros del bando catalán y jugando de espaldas a la portería, combinando a la perfección con Javi Flores.

Fue entonces cuando los visitantes disfrutaron de unos minutos de mayor dominio. De este modo, cerca del cuarto de hora, Casadesús cortó un pase atrás de un defensor y centró, pero sin encontrar rematador. Dos minutos más tarde, Pablo Ruiz se anticipó al atacante para evitar el testarazo de éste en el punto de penalti.

Fue el preludio de la ocasión más clara de la primera mitad para los pupilos de Ferrando, la cual llegó en el 18'. Casadesús recortó en la frontal, habilitó a Redondo y éste disparó con violencia, obligando a intervenir a Raúl Navas. Poco más se le pudo ver al ariete en el primer acto, salvo algún disparo desde la frontal del área.

La posesión, alcanzado el ecuador, pasaba a ser del Córdoba, si es que en algún instante la había perdido. En el minuto 22 llegó el gol blanquiverde, aunque fue anulado por Afonso Suárez. Asen bajó el cuero para que Javi Flores rematase al fondo de las mallas, pero el colegiado había señalado con anterioridad fuera de juego del madrileño. Tres más tarde tuvo una nueva opción en sus botas, pero se hallaba un tanto desequilibrado por su defensor y el centro desde la izquierda de Arteaga topó con su pierna de apoyo. La jugada se repitió tiempo después.

La labor de Asen no sólo se centraba en la meta rival; también se sacrificaba en aras del equipo. Así, un desmarque suyo, arrastrando al central que se ocupaba de su marca, posibilitó un disparo de Cristian Álvarez desde la frontal; el argentino probó fortuna al encontrar la puerta abierta y el balón se marchó rozando el palo izquierdo de Rubén Pérez.

Poco más dio de sí el primer tiempo, salvo una nueva acción del ariete cordobesista: estuvo más astuto que su defensor, aprovechando el bote del esférico y llevándoselo, pero su intento de regate fue abortado.

En el arranque de la segunda parte, el madrileño siguió más activo que su homólogo en el bando contrario. En el minuto 49 tuvo su ocasión más clara al rematar con la cabeza al lateral de la red, después de anticiparse a su marcador en un preciso envío de Cristian.

En el turno del mallorquín, le robó el cuero a Arteaga en una posible falta no señalada por el árbitro y logró centrar, pero el servicio fue despejado por Pablo Ruiz en el interior del área. Otra jugada protestada por el respetable lo tuvo como protagonista: bajó el balón en el área ayudándose de la mano y provocó un córner.

Llegaba el tiempo de las permutas, sobrepasada la hora de encuentro. La entrada de Gastón Casas obligó a Asen a retrasar su posición, ocupando la parcela de Javi Flores, que se marchaba al banquillo. En el bando visitante, Moisés reemplazó a Víctor Casadesús -y Jandro cedió su sitio a N'Gal- a falta de un cuarto de hora.

El número 11 blanquiverde desempeñó su nueva labor con soltura, pero en el momento del remate la suerte estuvo esquiva. En el 81', después de que Gastón peinase la pelota, un defensor le arrebató la misma de los pies en el interior del área pequeña. El artillero derrochó garra, entrega y empuje, pero el gol le fue esquivo.

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