La fuerza de El Arcángel

Córdoba cf-sevilla atlético · la previa

El Córdoba, que suma seis jornadas sin perder, se enfrenta al filial sevillista en el regreso al hogar tras tres encuentros a domicilio. La victoria otorga una plaza en ascenso directo.

Chema Sanz, preparador físico del CCF, comanda los ejercicios durante la sesión de entrenamiento de ayer en la Ciudad Deportiva.
Antonio García Córdoba

16 de octubre 2016 - 05:02

No hay nada como volver a casa y disfrutar del hogar en familia, con todos esos cordobesistas que siguen muy atentos la trayectoria de un Córdoba que no ha perdido fuelle a domicilio y que encadena seis jornadas seguidas sin conocer la derrota. Tras tres citas fuera de tu casa y de tu gente, hoy toca volver al Reino para medirse a un Sevilla Atlético al alza, un rival incómodo y que puede dar más de un susto. Sin embargo, los blanquiverdes llegan lanzados, terceros en la tabla y con el pase a dieciseisavos de Copa en el bolsillo. Además, la derrota del Lugo ante el Getafe (0-1) le abre las puertas de escalar un peldaño en la clasificación y colocarse segundo. Con el Levante a un nivel bestial, ayer remontó al Mallorca, los de Oltra comandan a una legión de equipos que siguen los pasos del conjunto azulgrana, que sólo ha perdido un partido en los diez encuentros jugados y fue en Córdoba. Este hogar es mucho hogar. De hecho, nadie ha podido destruir la impecable trayectoria del CCF en casa. Solamente el Lugo fue capaz de sacar un punto del coliseo ribereño. Con estos números, el objetivo está más cerca. No obstante, el camino es muy largo y Oltra y compañía ya tienen la experiencia del curso pasado. Hay que persistir y seguir en esta línea de resultados. Así todo es mejor.

Con una confianza máxima en una forma de juego clara, los blanquiverdes deben andarse con ojo con el filial hispalense, un recién ascendido que va a más. De hecho, los sevillistas se deshicieron la pasada semana del Zaragoza, al que remontaron un 0-1 con dos goles de Ivi en los minutos finales del pleito. Todo un aviso a navegantes. Además, los precedentes no son muy halagüeños para los cordobesistas. Sólo cinco triunfos de 18 encuentros disputados. Esto deja claro que el Sevilla Atlético es un equipo incómodo y que suele atragantarse a los blanquiverdes. Habrá que andarse con ojo para seguir en esta senda positiva.

Con un bloque compacto y un once muy marcado, Oltra ha conseguido llevar con buen tino los cambios obligados por lesiones y sanciones. Los recambios de los titulares han hecho su trabajo a la perfección. Todos suman. Una receta que allana el camino y une más a un vestuario que va a por todas. Hoy el técnico valenciano volverá a tocar levemente el once que jugó la pasada semana ante el Numancia en Los Pajaritos, donde sumó el segundo empate consecutivo lejos de casa. En Soria vio la quinta tarjeta amarilla Rodri -máximo goleador con cinco tantos-, por lo que el soriano tendrá que parar. Su puesto lo ocupará Piovaccari. El italiano, que ha contado poco en liga, contados minutos en las segundas partes, tiene una oportunidad de oro para demostrar su poderío. Será su bautizo como titular en casa, aunque ya lo hizo en el Ramón de Carranza el pasado miércoles. No le pudo ir mejor su debut, ya que el ex del Eibar anotó el segundo tanto blanquiverde ante el Cádiz.

No habrá muchos más cambios en un once continuista, en el que Samu tendrá su segunda oportunidad tras estrenarse la pasada semana. En el otro costado, Caro ha aprovechado la baja de Antoñito y está a un gran nivel. De hecho, ahora mismo el de Herrera aguarda alguna opción para poder jugar desde el banquillo.

La cita de hoy también será especial para varios jugadores del CCF que arrancaron en el Sevilla Atlético. Alfaro, Samu, Rodri y Deivid tuvieron pasado sevillista. Hoy solamente los dos primeros estarán en el partido. No son los únicos que recordarán sus inicios, ya que hoy vuelve a casa Bernardo. El menor de los Cruz marchó a Sevilla en busca de los minutos que no tenía en Córdoba. Una apuesta por jugar más, una decisión complicada pero llena de sentido. Creció en la casa cordobesista, estuvo en el ascenso a Primera de Las Palmas, un logro que vivió con su hermano Fran, pero tuvo que marchar para un futuro mejor. Con muchas miradas desde la grada, Bernardo tiene una cita más que especial.

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