Por fin la lógica se impuso a las matemáticas

El fútbol recompensó por fin la regularidad de los tres mejores de la temporada. En una jornada que nunca se torció para sus intereses, el Tenerife, el Xerez y el Zaragoza redondearon su trabajo con tres victorias que los promocionan al cielo. Los chicharreros regresan con brillantez siete años después. Por otra parte, con el triunfo del Zaragoza -el Córdoba apenas fue un invitado a su fiesta- los xerecistas se hubieron podido permitir hasta perder . Se acabó lo que se daba. Ahora tienen una semana de festejos por delante antes de cambiar el chip. Afortunados.

BRINDANDO POR JEREZ

Si uno de los tres éxitos tiene especial mérito es el del Xerez. "Estábamos muertos y hoy estamos en la gloria", decía aún intoxicado de entusiasmo Carlos Osma, su improvisado presidente, el sábado. Porque hace unos meses este equipo parecía abocado a la desaparición. No tenían suficiente plantilla ni para hacer ronditos (es literal, Esteban tuvo que suspender parte de la pretemporada por este motivo). Sin medios, con imaginación y con la labor del peor entrenador que haya pasado por la historia del Córdoba -vivir para ver- fueron creyendo en sus posibilidades. Ni siquiera la implicación en un tiroteo de su mandatario de inicio, Joaquín Bilbao, les distrajo. Después de 62 años de historia pisarán la Primera División. Por méritos propios.

NOS FALTA EL ALAVÉS

Una célebre canción que entonaban los aficionados vascos antaño rezaba así: "Ya estamos tres -por Athletic, Real Sociedad y Osasuna-, sólo falta el Alavés". El conjunto vitoriano se tiró 43 años lejos de la elite pero, cuando retornó, dio la nota consiguiendo hasta llegar a una mítica final de UEFA. Pero un fulano llamado Piterman les hundió. El sábado bajaron a Segunda B -virtualmente, ya que tienen un déficit de 16 goles con respecto a Las Palmas- a pesar de ganar -la peor sensación-. Son grandes, saben el camino. Sabrán volver.