La España vaciada del fútbol
Calle Rioja
En casi un siglo de competición, doce provincias nunca han tenido un equipo en Primera: ocho de las dos Castillas, dos gallegos, uno de Aragón y otro extremeño
En casi un siglo de Liga de fútbol en Primera y Segunda División, competición que empezó en la temporada 1928-1929, hay doce provincias que nunca han tenido equipo en Primera. La España vaciada del fútbol. Las dos Castillas se llevan la palma con cuatro equipos de cada comunidad. Nunca jugaron en la élite equipos de Palencia, Zamora, Segovia y Ávila en Castilla-León (donde sí lo han hecho León, Valladolid, Salamanca y Soria con el Numancia que venció al Barcelona en el debut liguero de Guardiola como entrenador). Tampoco estuvieron en Castilla-La Mancha equipos de Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara. La única de esta comunidad que sí ha probado esas mieles es el Albacete de Benito Floro. Galicia tiene dos provincias inéditas: Lugo y Orense. La España vaciada se completa con un representante aragonés (Teruel) y otro extremeño (Cáceres). Lo de Badajoz es curioso. Mérida y Extremadura (de Almendralejo) se alternaron en cuatro temporadas consecutivas de ascensos y descensos en los últimos años del siglo XX.
Doce capitales de provincia que tienen catedrales, una tiene acueducto y otra tuvo Escuela de Traductores. Una acogió la primera Universidad española y alguna fue capital de la Corte. Dos de ellas (Lugo y Ávila) están rodeadas por impresionantes murallas. Tres de estas provincias (Toledo, Cuenca y Segovia) vieron nacer a ganadores del Tour de Francia: Federico Martín Bahamontes, Luis Ocaña y Perico Delgado, respectivamente. Todo lo que ustedes quieran, pero como el “aquí no hay playa, vaya vaya” del grupo The Refrescos, mucha historia, mucha cultura, mucho gótico y romántico, mucho Tourmalet y Puy de Dôme, aquí no hay fútbol de Primera División. En Liga no vieron a Zarra, DiStéfano ni Leo Messi.
El Ceuta ha vuelto a Segunda y puede romper el sino de las ciudades autónomas
El fútbol en España es un asunto cantábrico, atlántico y mediterráneo. El verso de Jorge Manrique, pero al revés. Once de las doce provincias que no se han estrenado en Primera no tienen salida al mar. La única excepción es Lugo. Tenemos por tanto cinco comunidades que no han tenido a todas sus provincias en Primera. Todas las comunidades uniprovinciales conocen la salsa de la Primera División y la visita de los equipos de campanillas: Madrid, Asturias, Cantabria, Navarra, La Rioja, Murcia. Las ciudades autónomas tampoco conocen la máxima categoría del fútbol español. El Ceuta ha vuelto a Segunda 45 años después y tiene la posibilidad de romper ese mal fario. En la temporada 60-61 jugó la promoción de ascenso a Primera al haber quedado segunda del Grupo Sur de Segunda. La perdió contra el Elche. El único equipo norteafricano que ha jugado en Primera fue el Atlético Tetuán, temporada 51-52. En 1956, con motivo de la independencia de Marruecos, Atlético Tetuán y España de Tánger se vieron obligados a abandonar la competición. El primero se fusionó con la Sociedad Deportiva Ceuta, el segundo con el Algeciras.
Sólo hay dos equipos peninsulares de provincias que nunca tuvieron representante en Primera y que estuvieron muy cerca de romper el maleficio. El Calvo Sotelo de Puertollano disputó en la temporada 1967-68 la promoción de ascenso a Primera, que perdió con el Córdoba, con la consolación de que ese mismo año bajaron a Segunda Sevilla y Betis. El otro equipo fue el Toledo, que la temporada 93-94, la del ascenso del Betis en El Plantío después de tres años en Segunda, perdió su enfrentamiento contra el Valladolid.
Salvo Lugo, todas las provincias que dan al mar y las insulares han estado en Primera
Cultural Leonesa y Ceuta han logrado el ascenso directo a Segunda División. Sanse, filial de la Real Sociedad, y Andorra, caso curioso de territorio unido a España por la Liga y el Obispado de la Seo de Urgel, en sus agónicas eliminatorias. De los cuatro, el único que ha jugado en Primera es la Cultural Leonesa. De la Segunda RFEF, tres de los que consiguieron el ascenso directo a Primera Rfef como primeros de grupo, saben lo que es jugar en Primera: Pontevedra, Arenas de Guecho y Europa. De los 18 grupos de Tercera, el único que ha pasado por la élite entre los que lograron el ascenso directo es el Extremadura de Almendralejo; y de los ocho que lo han hecho por esa prueba de gladiadores que es el play off, el Jaén es el único que militó en Primera División. De las provincias inéditas, hay dos que al superar la dificilísima prueba del play off, han subido un peldaño a Primera Rfef (la antigua Segunda B): el Teruel, que dejó en el camino al Numancia de Soria, y el Cacereño, que apeó al Ávila al que entrenaba Víctor Valdés. El Guadalajara lo hizo directamente como campeón de grupo. El fútbol de Primera nunca hizo el Viaje a la Alcarria.
De los 22 equipos que militaron la última temporada en Segunda División, 18 han estado en Primera. De los cuatro que no la conocen todavía, tres han perdido la categoría: Eldense, Ferrol y Cartagena. El único que no bajó, el Mirandés, eliminó al Racing de Santander y cayó ante el Oviedo. Es provincia de Primera gracias al Burgos. Lo que no logró el Ebro (de Miranda) lo hizo el modesto Arlanzón.
Todas las provincias que dan al mar tienen equipo en Primera. También las insulares. El fútbol entró por mar (el mar de los ingleses de Riotinto). Sólo la Ínsula Barataria está pendiente de dar el salto después de los intentos del Calvo Sotelo de Puertollano en 1968 y del Toledo en 1994. Los Campos de Castilla de Machado y la Mancha del Quijote necesitan de un reseteo balompédico. Huesca fue la última provincia que se incorporó a la élite. El fútbol de Aragón, la del Zaragoza y sus Cinco Magníficos, tiene una deuda con los amantes de Teruel. Calanda sí es de Primera gracias a las películas de Buñuel.
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