Tres equipos expuestos a las condiciones del viento

El rendimiento de los equipos cordobeses de Tercera merece un notable alto. El Villanueva ha cumplido el primer objetivo al meterse en la fase de ascenso, aunque con síntomas de agotamiento y azotado por la crisis económica. Al Pozoblanco no le llegó para acceder al play off pese a tener opciones hasta el final, mientras que el Córdoba B se salvó con un mes de antelación en otra gesta de Pedrito.

Heridas de guerra

El Villanueva ha ido de más a menos y se clasificó para la fase como cuarto: en el último partido aspiraba a ser segundo y sin embargo perdió una plaza. Es un reflejo de lo acontecido en una temporada que prometía mucho, pero el contraste entre la primera y la segunda vuelta no invita a ser optimista.

El bloque sustentó su ventaja en la agresividad y la fortaleza en el Nuevo Municipal, su flamante estadio de césped artificial. El progresivo declive en materia de resultados y el retraso en los pagos a la plantilla puso en peligro el billete para las eliminatorias, consumado en la penúltima jornada contra el Córdoba B. Los jugadores deben sacar fuerzas de flaqueza en el momento cumbre de la campaña.

El Puerto Real y la agonía

El Pozoblanco se ha quedado a un paso de luchar por el ascenso. El bando de José Antonio Neva, quien por cierto ha garantizado su continuidad para el ejercicio venidero, necesitaba una carambola en el epílogo de la Liga, pero el milagro no se produjo. Sacar adelante los tres últimos compromisos no bastó al depender de terceros.

El vestuario levantó la cabeza después de un inicio desastroso: sendas derrotas en los dos primeros encuentros y un polémico empate en casa con el Puerto Real que dejó daños colaterales muy dolorosos: el cierre del Municipal por dos partidos y una sanción de siete meses y medio para Alfonso Gutiérrez. El equipo, guiado por un Pablo Niño sobrado para la categoría, lo intentó con fe. No pudo ser. La continuidad de Neva deparará otra oportunidad en 2009.

El maestro y sus pupilos

El Córdoba B puso el colofón a un curso brillante con un triunfo ante el San Fernando, campeón del grupo X. Fue la guinda al trabajo bien hecho, la enésima prueba de que las promesas blanquiverdes pueden crecer deprisa a las órdenes de Pedrito. El filial terminó decimotercero, con un colchón de seis puntos sobre el descenso. Y eso, en este país para viejos, es de alabar.

Ningún canterano debutó con el primer equipo cordobesista. Al menos, Marcos, Fernando López y Álex fueron convocados sin llegar a jugar y Troyano viajó a Jerez, aunque no entró en la lista definitiva de 18. Ni la marcha de Fede en el mercado invernal ni la lesión de Javi Pérez abortaron la ilusión en la Ciudad Deportiva Rafael Gómez, que al fin estrenó su grada. El aficionado puede ver el fútbol sentado y luego ponerse de pie para aplaudir a los chavales.