El dulce recuerdo de 1973

El pasado siempre vuelve, para bien o para mal. En este caso, el cordobesismo debe sonreír porque el Córdoba ya fue capaz de deshacerse del Girona en una eliminatoria de promoción, entonces para evitar caer a Segunda B. Mañana ambos equipos se verán de nuevo las caras, aunque en esta ocasión es con un objetivo superior, ya que disputarán el primer duelo de play off de ascenso a Primera. Será mañana, un día antes de que se cumplan 43 años de aquel primer enfrentamiento entre los dos conjuntos en El Arcángel. Es verdad que ahora el reto es diferente, pero la historia está del lado cordobés, al sacar adelante el cuadro cordobesista esa eliminatoria directa con los gerundenses que le permitieron seguir una temporada más en la categoría de plata. Fue una dulce gesta y un recuerdo inolvidable.

En la campaña 72-73, los blanquiverdes, que terminaron el ejercicio en decimotercera posición con 35 puntos en su casillero, con un balance de 13 victorias, 9 empates y 16 derrotas, se quedaron a las puertas de una salvación completa. Aquel curso bajaron cuatro equipos a Segunda B (Logroñés, Pontevedra, Cultural Leonesa y Mestalla), pero otros cuatros conjuntos, el Córdoba, el Tenerife, Osasuna y el Tarragona -casualmente éstos dos equipos se miden hoy entre ellos por continuar con vida en el play off de ascenso a Primera- disputaron una promoción para evitar caer a Segunda B. Los cordobesistas, que estaban dirigidos por Joseíto, tenían un duro reto por delante ante un rival que quería hacerse con una plaza en la categoría de plata.

En el primer partido disputado en el antiguo estadio, celebrado el 10 de junio de 1973, el Córdoba fue muy superior al Girona. En ese envite, Manolín Cuesta fue el gran protagonista. El actual presidente del Séneca, autor de 18 goles al final de esa temporada, fue el encargado de ajusticiar al cuadro catalán. Dos minutos tardó en abrir la lata el ariete cordobesista en aquella gran cita. Un tanto que dejó tocado a un Girona que a los 13 minutos perdía ya por 2-0, ya que de nuevo Manolín Cuesta perforó las redes de la meta defendida por Vega, que fue sustituido a la media hora de juego. Con todo a favor, los blanquiverdes dejaron encarrilada su permanencia en la categoría gracias al tercer tanto del goleador, que llegó a los 20 minutos de iniciarse la segunda mitad. El objetivo estaba cerca, pero había que jugar todavía en Montilivi.

Seis días después, el 16 de junio de 1973, los cordobesistas visitaron Gerona. Allí los gerundenses tenían que dar el máximo para buscar una heroica remontada. Pronto anotaron el primer tanto los albirrojos por medio de Busquets, pero el CCF no se amedrentó e igualó pasada la media hora de juego por medio de Tejada. Antes de llegar al descanso, Busquets volvió a adelantar a los locales, que tenían 50 minutos para anotar tres tantos más para lograr el ascenso. No lo alcanzaron porque, además, se toparon con la puntilla blanquiverde. Manolín Cuesta, a la contra, anotó su cuarto tanto de la eliminatoria y sesgó cualquier atisbo de remontada de un equipo gerundense que se tuvo que conformar con anotar el tercer gol por medio de Iznata y ganar el encuentro.

La victoria que sirvió de poco a los albirrojos porque el CCF logró la permanencia en Segunda, un dulce recuerdo que cumple 43 años y que fue gracias al coraje de un gran equipo humano, destacando los goles de Manolín Cuesta y el aporte de otras piezas importantes como Piñel, Molina, Escalante, Cepas, Rodri, Jiménez, Varo, Alarcón, Tejada, López, Torres, Garrido o Cruz Carrascosa. Un recuerdo inolvidable que debe servir de aliento al actual plantel para mantener viva la llama de la ilusión. Un bonito reto con un final espectacular, recuperar la plaza perdida en Primera División.