Córdoba | ponferradina · sala de prensa

No dependía de la lógica

  • Lucas Alcaraz alaba la "intensidad" de sus jugadores pese a "las imprecisiones".

Más sereno que después de la eliminación en Riazor, pero con el disgusto del empate final apareció Lucas Alcaraz, técnico del Córdoba, en la rueda de prensa posterior al partido. En su fuero interno siempre confió en la victoria, hasta el final: "Durante los noventa minutos creía que íbamos a ganar". Fundaba sus esperanzas en que "veía a la gente cometiendo algunas imprecisiones, pero con carácter".

Así, su equipo buscó con más alma que acierto desequilibrar la balanza antes del pitido final, y él quiso poner su grano de arena con los cambios, incluso jugándosela: "En los últimos minutos hemos jugado con tres atrás, aunque sabíamos que podía pasar cualquier cosa".

De cualquier forma -se le notaba en su semblante-, "el palo fuerte fue el miércoles, pero hay que pasar página porque aquello no se nos va a pasar nunca mientras seamos profesionales".

Y es preciso finiquitar el trauma de una vez por todas porque "no estamos en una situación en la tabla en la que quisiéramos estar, pero estoy convencido de que cuando seamos capaces de encadenar una serie de resultados positivos consecutivos este equipo irá para arriba".

La lluvia marcó -por tercera vez seguida- el choque en El Arcángel. Como ante el Valladolid y el Deportivo, el aguacero condicionó el desarrollo del juego. Alcaraz explicó que "cuando el campo se pone así, hay un tanto por ciento de las jugadas que se resuelven por suerte o porque alguien se resbale... pero que no depende de cosas lógicas". Por eso, se queda el granadino con que "el equipo en cuanto a intensidad, carácter y querer ganar el partido ha estado bien. Luego está el tercer gol que nos meten... El barro genera siempre situaciones imprevistas".

Del contrincante, por cierto, también destacó que tuvo "mucha intensidad, se ha adaptado bien". Eso sí, en lo que no coincidió con su homólogo en el banquillo berciano fue en el análisis de la jugada que originó el penalti marcado por Jorge Luque. Si a Nistal le pareció un regalo de Reyes del árbitro -al Córdoba, se entiende- Alcaraz, con prudencia, contó que "a mí me ha parecido que Jonathan iba en línea hacia la portería y le han desplazado. Para mí es penalti, pero si luego lo veo lo mismo cambio de opinión, lo mismo que pensaba que la expulsión de Tena era exagerada en Riazor y luego comprobé que era justa".

El adiestrador imploró en la previa del choque apoyo a la grada. Y al final del encuentro reflexionó sobre el apoyo que habían recibido sus jugadores: "Es un año complicado por muchas situaciones, por cómo hemos empezado la temporada, por las expectativas creadas. La gente está con el equipo y bajo el aguacero apretando con el equipo. Que haya momentos puntuales en que se queje es normal".

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