No debe caber ni un alfiler

"La afición se está portando de diez y en casa se nota mucho, porque da alas para seguir haciendo las cosas bien". La frase de López Silva entronca con la tecla que lleva tocando Paco Jémez desde el inicio de la temporada. El entrenador del Córdoba esgrime la teoría de que "este equipo es mucho mejor con el campo lleno". O casi. Por eso, antes de visitar al Villarreal B en el primero de los dos desplazamientos consecutivos tocó la fibra de los aficionados con las siguientes palabras: "Ahora van a tener un par de semanas de descanso, para olvidarse de nosotros, pero la idea es que vuelvan para el partido del Hércules. No será decisivo, porque quedan muchos, pero ese partido sí puede decir muchísimas cosas sobre el futuro de ellos y de nosotros. Y volveremos a llamar a toda nuestra gente, y ojalá seamos capaces de mejorar lo que hicimos el otro día. Meter a 15.000 personas en un partido de Liga no es nada fácil, pero queremos mejorarlo. Igual que el equipo bate récords y consigue nuevas cotas, la afición tiene que ponerse ese tipo de retos y mejorar día a día".

El listón está alto, pero los 14.409 espectadores que asistieron al 3-1 al Huesca se quedarán cortos en función del ritmo de venta de entradas para el partidazo de este domingo a las 20:00. Ni la televisión (Canal Plus 1) ni la coincidencia con las procesiones del Domingo de Ramos frenan la euforia desatada en la ciudad con un equipo que, después de muchos años de sinsabores, aspira al ascenso a Primera División. De momento es sexto. Y le toca medirse al quinto.

La trascendencia del encuentro ha sido captada por el entorno, que tiene mucho que decir en un test como el de mañana. A principios de campaña, el club fijó el objetivo de congregar a al menos 10.000 personas en los compromisos en El Arcángel, algo que hasta ahora se ha producido en cinco ocasiones. Y, desde luego, funciona. La épica llevó en volandas al equipo en los dos triunfos ante el Huesca: hubo 11.500 fieles en la Copa del Rey, en una eliminatoria celebrada el Día de la Hispanidad (12 de octubre) y resuelta en la tanda de penaltis después de que el conjunto aragonés forzara la prórroga en el minuto 94, y 14.409 en la Liga, con una expulsión y un penalti, fallado en el caso de los locales, para cada bando. El éxtasis se produjo en la ida de los octavos de final de la Copa, cuando 19.311 personas hicieron un hueco en otro día festivo, la visita de los Reyes Magos (5 de enero), para batir el récord histórico en El Arenal y gozar con la remontada a costa de un clásico de Primera como el Espanyol (2-1). En la transición de la primera vuelta a la segunda, a finales de enero, el estadio rebasó la barrera de los 10.000 durante dos matinales de domingo consecutivas, en ambos casos con rivales directos enfrente: 0-0 con el Celta ante 11.255 hinchas y 2-0 al Elche en un pleito bronco, que acabó diez contra nueve y condujo a Charles al hospital por el cruel codazo de Edu Albacar. Aquel día pasó de todo y 10.570 almas apretaron de lo lindo. Con pasión.

El Córdoba ha vuelto a poner precios populares para recibir al Hércules. En principio, el partido iba a ser declarado como medio día del club, pero el horario fijado por la LFP -se intentó, sin éxito, adelantarlo al mediodía- ha obligado a abaratar las entradas para conseguir el efecto de una olla a presión. Eso sí, anulando los pases de favor a árbitros y entrenadores. No hay límite de entradas para los socios, que deben pagar 5 (Fondos), 8 (Preferencia) o 12 (Tribuna) euros para llevar acompañantes. Además, los poseedores del bono 8x100 entrarán gratis a pesar de que el choque no estaba previsto en la oferta inicial.

El presidente, Carlos González, animó ayer a los aficionados que hacían cola en las taquillas. El consejero portavoz, Sergio Medina, no se cansa de calentar el duelo en Twitter con comentarios como "el domingo 20.000 gargantas, una sola voz". O el de ayer por la tarde: "Estamos rondando las 3.500 entradas. ¿Todavía no tienes la tuya?". No puede faltar nadie.